Agosto 2 de 2006
Las Farc eligieron objetivos militares para despedir a este Gobierno
Los ataques se produjeron en Bogotá, el Catatumbo y Nariño y dejaron 18 militares y un civil muertos.
El cambio de estrategia de las Farc hacia objetivos militares contrasta con el énfasis de la ofensiva de las elecciones para Congreso de mayo pasado, cuando las víctimas fueron mayoritariamente civiles.
El cambio tendría que ver con la carta que hace tres semanas el vocero de las Farc 'Raúl Reyes' le envió a la Unión Europea, en la que le pidió que saque al grupo armado de la lista de organizaciones terroristas.
La ofensiva en esta ocasión se parece más a la de 1998, cuando las Farc veían venir el diálogo con el presidente Andrés Pastrana.
En ese entonces ya había un acuerdo para iniciar una negociación y crear una zona de despeje. En agosto de 1998 el grupo guerrillero arrasó la base militar en Uribe (Meta) y la de Antinarcóticos en Miraflores (Guaviare).
Allí murieron varias decenas de uniformados y otros pasaron a engrosar la por entonces incipiente lista de secuestrados 'canjeables'.
Pero se trató de acciones en las que los civiles no tuvieron el mismo nivel de riesgo que los combatientes.
El 7 de agosto del 2002, cuando se posesionó por primera vez el presidente Álvaro Uribe, en cambio, dispararon cohetes contra la Casa de Nariño, el Congreso y una instalación militar. Mataron al menos a 20 personas.
El cambio de táctica también se nota con respecto a los días previos a la elección del pasado Congreso, cuando los que más sufrieron fueron los civiles con ataques como el del Caquetá, en el que fueron asesinados nueve pasajeros de un microbús.
"Lo que podrían estar planeando las Farc, paradójicamente, es un reposicionamiento violento con miras a un eventual reinicio del diálogo con el Estado", dice el analista Alfredo Rangel.
De hecho, los ataques se producen cuando el mismo presidente Uribe ha calificado como "una prioridad" establecer algún canal de comunicación con el grupo para facilitar la liberación de las personas secuestradas.
Movilidad, el talón de Aquiles
A diferencia de la década pasada, la guerrilla ya no puede concentrar gran cantidad de combatientes sin exponerse a un desastre militar. Pero aprovecha los espacios que le quedan.
Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), dice que el transporte de tropas sigue siendo el flanco débil que la guerrilla capitaliza para sus ataques.
Hace cuatro años murieron al menos 22 civiles
La posesión de Álvaro Uribe para el primer periodo presidencial también estuvo marcada por la violencia de la guerrilla. El 7 de agosto de 2002, 20 personas murieron y más de 70 resultaron heridas cuando las Farc atacaron con morteros la Casa de Nariño.
Las víctimas fueron casi todas de la calle del Cartucho.
Durante esa semana una oleada de atentados también afectó a Bolívar, Antioquia y Arauca, donde explotaron carros bomba y petardos que dejaron 10 civiles y 6 militares heridos. En El Tambo, Nariño, un bebé de dos meses y un adulto murieron cuando su casa fue alcanzada por un cilindro lanzado por las Farc.
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