Relación histórica de Presidentes del Consejo de Ministros y del Gobierno


1869-1875

PRÁXEDES MATEO SAGASTA

Ingeniero y político español (Torrecilla en Cameros, 1825-Madrid, 1903). Se distinguió en la política como máximo dirigente del Partido Liberal durante la Restauración. Durante los sucesos de 1854 fue presidente de la Junta Revolucionaria Local. Resultó elegido diputado en las filas progresistas en 1854. Tras la caída del régimen progresista (1856), fue elegido en las elecciones de 1858. Tuvo una participación activa en la sublevación militar de San Gil (junio 1866), por lo que fue condenado a muerte y tuvo que huir a Francia.

Fue uno de los firmantes del pacto de Ostende (agosto 1866). Con el triunfo de la revolución (1868), alcanzó su objetivo de derrocar la monarquía de Isabel II. El nuevo gobierno provisional, presidido por Serrano, integró a unionistas y progresistas, con Sagasta en la cartera de Gobernación. De nuevo fue nombrado ministro en los gabinetes de Prim, con las carteras de Gobernación y de Estado (1869), y en el gabinete de Topete (1870), con la cartera de Gobernación.

Tras la designación del nuevo monarca, Amadeo I (1871), figuró otra vez como ministro de Gobernación. Se opuso con gran dureza a la política radical de Zorrilla, cosa que provocó la escisión de los progresistas. Fue partidario de colaborar con los liberales unionistas para lograr la consolidación de la monarquía de Amadeo I. Llegó por primera vez a la presidencia del Gobierno en diciembre de 1871 y una vez más en febrero de 1872, pero tuvo que dimitir al ser acusado de haber dispuesto indebidamente de dinero de la caja de Ultramar. Desde entonces se mantuvo alejado de la política hasta la caída de la Primera República. Tras el golpe de Estado de Pavía (1874), ocupó la cartera de Gobernación en los gabinetes de Serrano y de Zavala. Presidió el último gobierno interino (septiembre 1874) hasta la Restauración (diciembre 1874).

Al aceptar la Restauración, Sagasta decidió organizar un partido liberal dinástico que se perfilaba como alternativa política al Partido Conservador. Agrupó en torno suyo a los grupos constitucionales y moderados y fundó el nuevo partido liberal, el Partido Fusionista, conocido también como Liberal Fusionista o Liberal. Heredero de los antiguos progresistas, su programa político propugnó establecer el sufragio universal masculino, el jurado y las libertades de prensa, de asociación y de cultos. Le correspondió neutralizar el republicanismo y absorber el radicalismo en el seno de su partido. En 1881, como prueba de buena voluntad hacia el establecimiento del turno político, Cánovas le cedió el gobierno.

Tras las elecciones, Sagasta se consolidó en el poder (1881-1884) y asentó las bases de una amplia reforma legislativa. No obstante, la falta de una sólida cohesión política del Partido Liberal y los enfrentamientos internos provocaron su caída. En las elecciones de 1884 los liberales se presentaron a los comicios de forma dividida. Los sectores sagastinos se enfrentaron a Izquierda Dinástica, encabezada por Posada Herrera, Martos, Serrano y Ros de Olano. Ambos sectores tuvieron unos resultados electorales semejantes, pero el apoyo de Cánovas a Sagasta facilitó la consolidación del Partido Liberal bajo su liderazgo. Tras la muerte de Alfonso XII (1885), ambos líderes acordaron de forma definitiva el establecimiento del turno político.

Durante la segunda etapa de su gobierno (1885-1890), se aprobó un amplio programa legislativo que garantizó la libertad de expresión, el derecho de asociación y el sufragio universal masculino. Al ceder el turno político a los conservadores en 1890, surgieron de nuevo las disensiones internas en el liberalismo, que Sagasta logró superar. En 1892 fue de nuevo encargado del Gobierno. Fue incapaz de hacer frente a los graves problemas políticos y sociales del momento. Tampoco introdujo medidas para reformar el sistema electoral. Tras el asesinato de Cánovas del Castillo (1897), fue encargado de las riendas del Gobierno, en el momento del desastre colonial de 1898. Con la derrota militar en Cuba, tuvo que aceptar la independencia de las colonias y las duras imposiciones del tratado de París (1898).

Dimitió en 1899. La crisis agudizó el fraccionamiento interno del Partido Liberal, mientras que las fuerzas políticas emergentes (nacionalismo y obrerismo) desafiaron los partidos dinásticos. Asumió por última vez la jefatura del Gobierno en 1901, pero desde una posición muy debilitada. Fue incapaz de generar una reforma del sistema político y de evitar la desintegración del partido con las luchas por su sucesión. Con su caída del poder en diciembre de 1902, terminó su carrera política. Murió poco después.


 

MANUEL RUIZ ZORRILLA

Político español (Burgo de Osma, 1833-Burgos, 1895). Militante del Partido Progresista, fue diputado de las Cortes en 1858. Se destacó en la sublevación del cuartel de San Gil (1866), por lo que fue condenado a muerte y tuvo que huir de España. Desde el exilio dirigió conspiraciones para derrocar a Isabel II. Triunfante la revolución de Septiembre (1868), como líder del Partido Radical sostuvo que los progresistas debían asumir el programa democrático.

Se encargó de la cartera de Fomento en el gobierno provisional de Serrano (1868), estableció la libertad de enseñanza y decretó el traspaso de los materiales de bibliotecas y archivos religiosos al Estado. Introdujo reformas en la enseñanza universitaria. Formó parte del gobierno de Prim como ministro de Gracia y Justicia (1869). Fue designado presidente de las Cortes Constituyentes y proclamó a Amadeo de Saboya como rey de España (1870). Durante el reinado de este, presidió el Gobierno en dos ocasiones. Se opuso a la política de Sagasta, y dividió a los progresistas. Cuando abdicó el monarca, lo acompañó al exilio.

Con la Restauración (1874), tuvo que permanecer en el exilio. Mantuvo una oposición sistemática a Alfonso XII y al régimen de la Restauración. Fundó el Partido Republicano Progresista (1874-1895) y, en la primera etapa del régimen canovista, pretendió derrocar la monarquía mediante un pronunciamiento militar. Impulsó la fundación de la Asociación Republicana Militar en 1883. Intentó, sin éxito, lograr el apoyo de los republicanos franceses. Tuvo un papel destacado en diversos pronunciamientos en Badajoz (1883), Cartagena, (1886) y en el de Villacampa en Madrid (1886), pero la vía insurreccional fracasó al carecer de respaldo civil. Se acercó a Salmerón con la creación de la Unión Republicana en 1893. Su actividad se centró en la sociedad civil y acentuó la supuesta necesidad de orden y autoridad. Con su muerte (1895), el partido se escindió y se fragmentaron las fuerzas republicanas.

JOSÉ MALCAMPO Y MONGE

Marino de guerra y político liberal (San Fernando, Cádiz, 1828- Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1880). Desde su puesto de marino participó en la Revolución de Septiembre de 1868, la Gloriosa, y, a partir de entonces, tomó parte activa en la vida política del país. Dentro de su carrera política, fue nombrado, en octubre de 1871, presidente del Consejo de Ministros sucediendo a Manuel Ruiz Zorrilla, siendo, simultáneamente, responsable de los ministerios de Marina y de Estado. En realidad, las Cortes Constituyentes le habían dado sus votos mayoritariamente a Páxedes Mateo Sagasta, pero éste se había negado a aceptar el encargo de gobierno y había preferido situarse como jefe del partido constitucional, frente al radical de Ruiz Zorrilla.

El gobierno de Malcampo sólo duró unos meses, pero, tras su caída, siguió ocupando la cartera de Marina en el gobierno encabezado por Sagasta. En ese mismo año fue nombrado capitán general de Filipinas, donde organzió la lucha contra los piratas del archipiélago de Joló y consiguió imponer al sultán de Joló la autoridad de España. Había sido, además, senador. Poseedor del título de marqués de San Rafael, le fueron concedidos, en 1881, los de conde de Joló y vizconde de Mindanao.

 
ESTANISLAO FIGUERAS Y MORAGAS

Político español (Barcelona, 1819-Madrid, 1882). En 1840 ingresó en el Partido Progresista, para organizar, a partir de 1848, el Partido Republicano en Madrid. Fue elegido diputado por Tarragona (1854), y participó en la Revolución de 1851. En las siguientes legislaturas fue elegido diputado por Barcelona (1862) y por Mataró (1865). Sus críticas a los gobiernos de Ramón M. Narváez le llevaron a ser encarcelado y desterrado a Pamplona (1867). Huyó a Portugal y regresó tras la Revolución de 1868. Diputado de nuevo en 1869, 1870 y 1873, accedió a la presidencia de la República (1873), cargo del que dimitió a los pocos meses. Hacia 1880 fundó el Partido Republicano Federal Orgánico, cuya actividad fue minoritaria.

FRANCISCO PI Y MARGALL

Político, historiador y ensayista español (Barcelona, 1824-Madrid, 1901). Hijo de un obrero textil, estudió derecho en la Universidad de Barcelona, aunque inicialmente orientaría su trabajo hacia el estudio de la historia del arte. Su traslado a Madrid (1847) supuso el inicio de una intensa actividad periodística y la continuación de los estudios históricos, materializados en la monumental Historia de la pintura (1851), pero sus consideraciones sobre el cristianismo durante la Edad Media provocaron la condena de la obra por parte de las autoridades eclesiásticas (1852).

Paralelamente, el desarrollo de su carrera política, iniciada con su ingreso en el Partido Demócrata, prosiguió con su candidatura a las elecciones generales como diputado por Barcelona, pero fue derrotado por J. Prim. En su obra La reacción y la revolución (1855) sentó las bases de su pensamiento político, influido por Herder, Hegel y Proudhon, y centrado en la defensa del sistema federal como garantía de las libertades individuales y como primer paso hacia una sociedad realmente igualitaria. A través de las revistas La Razón (1856) y La Discusión (1857-1860), de la que llegó a ser director (1864), afirmó su particular credo socialista: configuración de un campesinado independiente junto a pequeñas industrias regidas por cooperativas obreras, unidas en federaciones libres, a las que un Estado descentralizado proporcionaría créditos.

La revuelta de San Gil (1866) provocó su exilió en París. Dirigente del Partido Republicano Democrático Federal (PRDF), tras la Revolución de 1868 fue elegido diputado a Cortes Constituyentes por Barcelona (1869). Ante la proclamación de Amadeo I de Saboya como rey de España, lanzó la consigna de «paz y orden» como expresión de su apoyo a la nueva monarquía, y del enfrentamiento contra los intransigentes radicalmente opuestos al nuevo régimen. Sin embargo, esta postura benévola y centrista, basada en la legalidad y en el rechazo a la violencia como estrategia política, le hizo víctima de virulentos ataques políticos, e incluso le apartó de la jefatura de su partido (noviembre de 1872).

Al proclamarse la Primera República (11 de febrero de 1873) centró sus esperanzas en la elaboración de una Constitución federal que permitiera poner en práctica sus teorías economicosociales. Como ministro de gobernación en el Gabinete de E. Figueras realizó una meritoria labor en la organización de las elecciones para la Asamblea Constituyente, que decretó la República Federal como forma de Gobierno (7 de junio de 1873), e incluso fue elegido presidente de la República al cesar Figueras. Sin embargo, el dinamismo político de Pi y Margall chocó pronto con la inercia de los debates en un Parlamento radicalmente dividido, y con la creciente insurrección carlista, agravada por la indisciplina militar y la crisis de la hacienda pública. La impaciencia de algunos dirigentes federalistas por organizar España según un esquema federal desembocó en levantamientos cantonales como el de Cartagena, y en movilizaciones obreras radicales como la ocurrida en Alcoy, de forma que, ante la gravedad de la situación, hostigado en las Cortes por los partidarios de Salmerón y Castelar, finalmente se vio obligado a dimitir (18 de julio de 1873).

Durante la Restauración fue elegido diputado en varias ocasiones (1886, 1891 y 1893), al tiempo que continuaba con sus actividades periodísticas, de profundización teórica de los postulados federales (Las nacionalidades, 1876) y de investigación histórica, plasmada en una monumental aunque incompleta Historia general de América (1878). Fundador de la revista El Nuevo Régimen (1890), llevó a cabo una intensa campaña en favor de la independencia de Cuba y contra la política colonial española.

NICOLÁS SALMERÓN ALONSO

Filósofo y político español (Alhama la Seca, 1838-Pau, 1908). Estudió derecho y filosofía y letras en la Universidad de Granada. Trasladado a Madrid, se relacionó con los círculos krausistas. Discípulo del krausista Sanz del Río, ganó la cátedra de filosofía de la Universidad de Oviedo (1864) y más tarde la de Madrid (1869). Fue republicano y destacó en el Partido Democrático. Colaboró de forma asidua en publicaciones demócratas y publicó La forma de gobierno (1868).

Con la victoria de la Revolución de 1868, se inclinó por el federalismo, aunque discrepó con algunas de las doctrinas de Pi y Margall. Elegido miembro del comité democrático de Madrid, su popularidad declinó rápidamente y su política gradualista fue rechazada cuando expresó reservas respecto a la madurez del republicanismo (1868).

Con la proclamación de la I República (1873), fue ministro de Gracia y Justicia en los dos gobiernos sucesivos de Figueras. Desarrolló entonces reformas del sistema judicial y estableció una legislación laica. Se acercó a las corrientes más conservadoras del republicanismo y abogó por la incorporación de los sectores más moderados al régimen republicano. Se negó a formar parte del gabinete presidido por Pi y Margall (1873).

 Propugnó la necesidad de integrar a las clases conservadoras como garantía de la consolidación de la República, y recalcó que el régimen republicano no debía ser monopolizado por los republicanos. Nombrado presidente del Congreso, tras la dimisión de Pi y Margall sustituyó a este como jefe del poder ejecutivo (1873).

Acercó la República al unitarismo como forma de gobierno e inició un viraje hacia la derecha en la política republicana. Formó un gabinete con representantes de la derecha, lo que provocó una intensificación del movimiento intransigente cantonalista. Para dominar las insurrecciones, recurrió a militares profesionales. Confió en el general antifederal Pavía y en el monárquico Martínez Campos para derrotar el movimiento cantonalista. Esta decisión debilitó su posición, al depender de políticos y militares conservadores contrarios al régimen republicano.

A mediados de agosto de 1873, la crisis provocada por su enfrentamiento con el general Pavía y las exigencias del restablecimiento de la pena de muerte por la derecha, supusieron su dimisión y fue sustituido por Castelar (septiembre de 1873). La política netamente conservadora del nuevo jefe de Gobierno le llevó más tarde a aliarse con Figueras y Pi y Margall en la votación contra Castelar en la sesión que fue interrumpida por el golpe de Estado de Pavía (3 de enero de 1874). Con la Restauración fue destituido de su cátedra y se exilió en Francia, donde colaboró con Zorilla y tomó parte en la fundación del Partido Republicano Progresista. Al gozar de una amnistía, regresó a España. Fue elegido diputado en 1886 y se convirtió en líder de la minoría republicana en el Congreso.

En 1887 fundó un nuevo partido, el Republicano Centralista, con el objetivo de facilitar la reagrupación del republicanismo. En otro intento unificador, presidió Unión Republicana (1903), desde donde apoyó al regionalismo catalán. Se convirtió en defensor del catalanismo en el Congreso y en una de las figuras principales del movimiento solidario. Esta postura motivó el rechazo de sectores significativos del republicanismo, que le obligaron a dimitir como presidente de Unión Republicana.

EMILIO CASTELAR Y RIPOLL

Político e historiador español (Cádiz, 1832-San Pedro del Pinatar, 1899). De convicciones democráticas y republicanas, su primera intervención política fue un discurso en defensa de las libertades políticas y de los principios de la democracia que dio en un mitin electoral de 1854. En 1863 fundó el periódico La Democracia, de marcado signo antidinástico. Fue expedientado y apartado de su cátedra de historia de España en la Universidad central por la publicación en La Democracia de un artículo en el que se criticaba duramente a la reina Isabel II. Su destitución provocó manifestaciones estudiantiles y poco después tuvieron lugar los sucesos de la noche de San Daniel, el 10 de abril de 1865. Consideraba que el advenimiento del régimen republicano era una necesidad ineludible que se podía conseguir con el apoyo de las fuerzas progresistas del país. Permaneció en el exilio hasta la Revolución de Septiembre de 1868, cuando cooperó en el derrocamiento del régimen monárquico.

El Partido Republicano le nombró triunviro directivo del partido, junto con F. Pi y Margall y E. Figueras. Fue elegido diputado a las Cortes Constituyentes en 1869. Defensor del republicanismo individualista, se opuso de forma sistemática al federalismo de Pi y Margall. Propugnó que la libertad de asociación era la base de la democracia e instrumento suficiente para la mejora de las condiciones sociales. Desautorizó la sublevación republicana federal de 1869. Al proclamarse la I República, en 1873, ocupó la cartera de Estado en el gobierno de Figueras.

Después de la dimisión de Salmerón, se convirtió en presidente de la I República. Ordenó la suspensión de las garantías constitucionales y cerró las Cortes. Combatió a los insurrectos carlistas y cantonales, y logró recuperar la confianza del ejército. Debido a su conservadurismo político y a la suspensión del ejercicio de los principios democráticos, provocó el rechazo, entre otros, de Salmerón y de Pi y Margall. Su gobierno fue derrocado por el golpe de Estado del general Pavía, en enero de 1874. Defensor de un republicanismo de signo legalista durante la Restauración, se opuso al republicanismo revolucionario de M. Ruiz Zorrilla y desautorizó los conatos de levantamientos republicanos en 1886. Entre sus obras históricas destacan Alfonso el Sabio (1856), Recuerdos de Italia y Nerón (1891).

JUAN ZABALA Y DE LA PUENTE

Conde de Paredes de Nava y marqués de Sierra Bullones. Militar español (Lima, 1804-Madrid, 1879). Luchó contra los carlistas (1833-1839) y fue ascendido a teniente general. Militó en la Unión Liberal, y en 1858 ocupó la cartera de Marina en el gobierno de O'Donnell. Combatió en Marruecos y se distinguió en Sierra Bullones (1859) y Castillejos (1860). En 1874 ocupó la presidencia del Gobierno, y en el Gobierno que sustituyó a la República desempeñó el Ministerio de la Guerra.

 

ANTONIO CÁNOVAS DEL CASTILLO

Historiador y político español (Málaga, 1828-Santa Águeda, 1897). Fue una de las figuras más destacadas de la política española de la segunda mitad del siglo XIX al ser el creador del sistema político de la Restauración y convertirse en máximo dirigente del Partido Conservador. Compaginó los estudios de derecho con su afición por la historia y en 1854 publicó su obra Historia de la decadencia española. Al mismo tiempo iniciaba su carrera política y se unía a L. O'Donnell. Intervino en los preparativos de la Vicalvarada y redactó el manifiesto de Manzanares, en el que se exponían los objetivos del movimiento.

Destacado militante del partido Unión Liberal, en 1865 fue designado ministro de Ultramar, cargo que ocupó hasta 1866. A partir de esa fecha se apartó de la vida política debido al extremismo conservador de los gobiernos de Isabel II y se dedicó a sus estudios: académico de historia desde 1860, ingresó en la Real Academia Española en 1867. Durante el Sexenio Democrático (1868-1874) encabezó el núcleo de la oposición liberal-conservadora en las Cortes de 1869, y en 1873 la derrocada reina Isabel II le otorgó plenos poderes para favorecer la restauración de la dinastía borbónica en la figura de su hijo, el príncipe Alfonso.

Redactó el manifiesto de Sandhurst (1874) y abogó por una evolución pacífica de los acontecimientos. A pesar de criticar el pronunciamiento de A. Martínez Campos, por el que se proclamaba a Alfonso XII como rey de España (1874), encauzó la situación y asumió la jefatura del primer gobierno de Alfonso XII (febrero de 1875). Figura clave de la Restauración, entre 1875 y 1897 fue jefe de Gobierno en siete ocasiones. Marcado por la intensa agitación política del Sexenio Democrático, intentó establecer un sistema político que garantizara la estabilidad del nuevo régimen monárquico. Quiso alejar al Ejército como protagonista de la política española y evitar la desestabilización que causaban los pronunciamientos.

El nuevo sistema, fundamentado en la Constitución de 1876, era en teoría una democracia parlamentaria.  Defensor del bipartidismo favoreció la formación de un partido liberal que aceptara la legitimidad del sistema político y pactó con el dirigente liberal P. M. Sagasta el turno político obligatorio (1881). Decretó el sufragio restringido (1878) y hasta 1890 no contempló el restablecimiento del sufragio universal masculino. Salvo dos breves periodos en los que ocuparon la presidencia J. Jovellar (1875) y A. Martínez Campos (1879), ocupó este cargo todo el tiempo que creyó necesario hasta que Sagasta estuviera preparado para acceder al poder (1881-1884).

En 1884 ocupó de nuevo la presidencia, pero dimitió tras la muerte de Alfonso XII a finales de 1884 para que la regente nombrara a Sagasta. De nuevo en el poder en 1890, se enfrentó al líder conservador F. Silvela, quien rechazó el sistema político y se mostró favorable a unas elecciones justas. Tras la caída del Gobierno en 1892, volvió a la oposición y durante esta etapa se dedicó de nuevo a las investigaciones históricas. En su última etapa de gobierno (1895-1897), a la oposición creciente contra el sistema canovista, se sumaron las insurrecciones en Cuba y Filipinas. Partidario de una política intransigente en las colonias, apoyó las duras medidas represivas de V. Weyler, que llevarían a la guerra con Estados Unidos.

Murió asesinado en el balneario de Santa Águeda por el anarquista italiano Michele Angiolillo, que quería vengar a los procesados de Montjuïc. Figura controvertida, creó un sistema que, si bien dio estabilidad y prosperidad económica a España hasta 1923, no solucionó los graves problemas del país.

Entre sus obras historiográficas destacan Bosquejo histórico de la casa de Austria en España (1869) y Estudios del reinado de Felipe IV (1888-1889).

JOAQUÍN JOVELLAR SOLER

Militar y político español (Palma de Mallorca, 1819-Madrid, 1892). Se adhirió a la Revolución de Septiembre de 1868 y fue ascendido a teniente general en 1871. Nombrado capitán general de Cuba por Castelar en 1873, su actuación en el conflicto cubano provocó un incidente internacional. Apresó el buque Virginus, por su supuesto auxilio a los insurrectos, y ordenó el fusilamiento de miembros de la tripulación sin tomar en cuenta que entre ellos había británicos y estadounidenses. El conflicto estuvo a punto de causar una guerra con Estados Unidos.

De regreso a España, apoyó la proclamación de Alfonso XII (1874), ocupó la cartera de Guerra y, más tarde, la presidencia del Gobierno (1875). Destacó en la eliminación de la resistencia carlista en Cataluña (1875) y fue nombrado de nuevo capitán general en Cuba, donde colaboró con Martínez Campos en la pacificación de la isla (1876). Más tarde ocupó el mismo cargo en Filipinas (1883). Ministro de la Guerra en el gobierno liberal de Sagasta (1885), reprimió la insurrección republicana de Villacampa, en Madrid (1886).  

Fuente: Enciclopedia "Gran Espasa Universal" y "Gran Enciclopedia de España-Valatenea S.L."

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