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Oficina del Secretario de Prensa
15 de julio de 2006
Discurso Radial del Presidente a la Nación
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EL PRESIDENTE: Buenos Días. Este fin de semana me encuentro en Rusia junto con otros
líderes mundiales asistiendo a la cumbre G-8. Esta cumbre anual nos da la
oportunidad de hablar sobre temas claves que enfrentan todos nuestros
países - tales como la seguridad energética y la amenaza de enfermedades
infecciosas como la influenza aviar. En la cumbre de este año, también
discutiremos cómo promover la extensión de la libertad y de la democracia -
y cómo nuestros países pueden colaborar para ampliar el comercio y la
prosperidad para todos nuestros ciudadanos.
Al reunirse las potencias económicas mundiales para la cumbre G-8, la
economía estadounidense sigue siendo la envidia del mundo. Y esta semana
hemos recibido noticias aún más positivas sobre nuestra economía. El
martes la Oficina de Administración y Presupuesto de mi administración
publicó su actualización anual del pronóstico del presupuesto. El informe
de este año contiene muy buenas noticias para el futuro: debido a que
nuestra economía sigue creciendo con fuerza, los ingresos por concepto de
impuestos federales están creciendo y estamos reduciendo el déficit federal
más rápido de lo esperado.
Esta buena noticia no es accidente. Es el resultado del trabajo duro
del pueblo estadounidense - y de políticas económicas pro-crecimiento en
Washington, DC. Desde 2001, hemos cortado los impuestos para todas las
personas que pagan impuestos sobre el ingreso, hemos reducido la multa por
matrimonio, hemos aumentado al doble el crédito tributario por hijo(a)
menor y hemos encaminado el impuesto por defunción hacia la extinción.
Hemos rebajado las tasas de impuesto pagadas por la mayoría de las pequeñas
empresas - y hemos fomentado la expansión aún más mediante la reducción de
impuestos sobre dividendos y ganancias de capital. Juntos, estos cortes
tributarios han dejado cerca de 1.1 billones de dólares (trillones en
inglés) en manos de dueños de pequeños negocios, trabajadores y familias
estadounidenses - y ustedes han usado este dinero para ayudar a impulsar un
resurgimiento económico que ha producido 18 trimestres seguidos de
crecimiento.
Algunas personas en Washington consideran que la opción es reducir
los impuestos o reducir el déficit. Las cifras de esta semana ayudan a
mostrar que ésta fue una opción equivocada. El crecimiento económico
impulsado por el alivio tributario ha servido para obtener un aumento
dramático en los ingresos tributarios. Cuando la economía crece, los
negocios crecen al mismo tiempo, las personas ganan más dinero - y pagan
impuestos sobre este nuevo ingreso. En 2005, los ingresos por concepto de
impuestos crecieron por una suma récord sobre los del año anterior - y
están proyectados aumentar nuevamente este año.
El aumento en ingresos tributarios es mucho mejor de lo que habíamos
proyectado - y está ayudándonos a reducir el déficit presupuestario.
Nuestra proyección original para el déficit presupuestario de este año fue
de 423 mil millones de dólares. El informe de esta semana de la Oficina de
Administración y Presupuesto pronostica que el déficit real será de 296 mil
millones de dólares - una reducción de 127 mil millones de dólares. Esta
es una tremenda diferencia - y de la cual el 90 por ciento se debe a que
nuestra economía creciente ha producido muchos más ingresos tributarios.
Debido a estos nuevos ingresos, ahora proyectamos que cumpliremos con
nuestra meta de reducir el déficit federal por la mitad para el año 2008 -
un año entero antes de lo previsto.
Esto es verdadero progreso - sin embargo no podemos depender
solamente de una economía creciente para reducir el déficit. También
debemos cortar el desperdicio y limitar gastos gubernamentales innecesarios
- y mi Administración está cumpliendo con su parte. Cada año desde que
asumí la Presidencia, hemos reducido el crecimiento de gastos
discrecionales no relacionados a la seguridad nacional. Mis últimos dos
presupuestos de hecho han reducido este tipo de gasto. También estoy
trabajando con el Congreso para aprobar un veto de partidas individuales
que me ayudará a mí y a futuros Presidentes eliminar gastos antieconómicos
que los legisladores agregan a proyectos de ley más grandes. La Cámara de
Representantes ya aprobó esta medida con bastante apoyo bipartita. Ahora
le toca al Senado actuar y enviar para mi firma un veto de partidas
individuales. Por último, seguiré trabajando con el Congreso para enfocar
el crecimiento insostenible de gastos reglamentarios - a fin de que podamos
salvar programas como el Seguro Social, Medicare y Medicaid para nuestros
hijos y nuestros nietos.
Las buenas noticias de esta semana confirman la sabiduría de confiar
al pueblo estadounidense con su propio dinero - y de ser sabios con el
dinero que envían a Washington. Al perseguir políticas pro-crecimiento y
limitar los gastos gubernamentales, mantendremos a nuestra economía la
envidia del mundo y crearemos más empleos y oportunidades para todos
nuestros ciudadanos y daremos resultados al contribuyente estadounidense.
Gracias por escuchar.
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