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Entrevista a Adrián Suar

“La huelga de actores se politizó”

Adrián Suar es director artístico de Canal 13, dueño de la productora Pol-ka, que siempre se ha especializado en la ficción, y actor. Favorecido por esa multiplicidad de roles es, seguramente, uno de los hombres de televisión que mejor conoce la problemática de lo que él llama “la industria”. La verdad sobre la rentabilidad de productoras y canales. La torta publicitaria a repartir y lo que se llevan los actores principales, que cobran cifras similares a las pagadas en mercados con ingesos diez veces superiores. ¿Qué hacer con un gremio de 5.000 actores de los cuales sólo trabajan en televisión 350? Suar responde a todo.

Por Jorge Fontevecchia

Desproporcion. “En México, con una torta publicitaria diez veces mayor, las estrellas cobran lo mismo. No tiene lógica.”

—La huelga de actores puso en discusión la economía de los canales de televisión. Para luego hablar de la huelga, primero deseo comenzar por entender por qué la Argentina es uno de los únicos países del mundo donde la televisión abierta pierde dinero. Según el informe de la Asociación de Televisoras Argentina (ATA), entre 2001 y 2006 los cuatro canales de TV privados de Buenos Aires sumados a otros nueve canales del interior, que se prestaron al estudio de la auditora KPMG, perdieron 548 millones de pesos. ¿Por qué sucede eso?

—Ese es un punto neurálgico en la dinámica de esta industria. Por eso lo comparo con el paro, con la poca información que tiene la gente de qué hablamos cuando hablamos de industria. Yo puedo hablar un poco de Canal 13. El grupo Clarín es bastante ordenado y disciplinado, en cuanto a la línea artística y económica, en el manejo de los costos. Yo estoy en Canal 13 desde 2002 en la dirección artística, o sea que tengo más contacto con lo que es manejar un presupuesto, porque una cosa es estar como productor, venderles la lata, y otra cosa es empezar a enfrentarse con los problemas reales, que es manejar un canal, tener un presupuesto. Y sé que en los cinco años, en algunos salió empatado, sobre todo en la crisis de 2002, 2001, que era muy difícil producir; en otros ganó, para eso está un canal de televisión, y en otros la diferencia fue mínima. Pero si tengo que hablar solamente de la parte artística, Canal 13, y creo que Telefe también, que es la competencia más directa, invierten mucho en programación con una torta publicitaria que no crece al nivel de lo que uno invierte.

—Las pérdidas no fueron sólo durante la crisis, después de perder mucho dinero en 2001, 2002 y 2003, tuvieron una leve mejoría en 2004 y 2005 y volvieron a perder, después de mínimas rentabilidades, en 2006.

—Esta es una industria que está yendo para atrás, que empieza a tener un signo de pregunta enorme. Los costos aumentaron, y eso no se trasladó al precio del segundo, que está depreciado. Sale a veces 30 pesos.

—Según leo en el informe, un canal de TV, además de los impuestos que pagan todas las actividades comerciales, tiene que pagar casi un 9% del total de sus ventas: 5% al Comfer, 2% a AADI-CAPIF (Sociedad de intérpretes musicales), 1% a SADAIC (Sociedad de autores y compositores musicales), 0,60% a Argentores (Sociedad de autores literarios), 0,10% a Fondo Nacional de la artes.

—Sí. Es así. No existe otro caso en el mundo.

—Y me informan que el Poder Ejecutivo estaría a punto de firmar un decreto que reglamentaría un nuevo canon del 2% del total de las ventas de publicidad de los canales para SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes).

—No sé si es así o está en un proceso, no estoy muy al tanto.

—Dado que, anualmente, la publicidad total de la televisión abierta es de alrededor de 800 millones de pesos y la de los cables de otros 200 millones, SAGAI recaudaría alrededor de 20 millones anuales.

—Sí, si se aprobara.

—¿Pablo Echarri es el tesorero de SAGAI?

—No sé cómo está distribuido eso. No sé si ya se conformaron…

—Es lo que me informan. Dado que Echarri estuvo en la asunción de Cristina Kirchner y muy cerca durante la campaña, ¿realmente creés que los canales tienen posibilidad de evitar que este decreto salga?

—La verdad, no lo sé.

—¿Pero tenés esperanza?

—Yo creo que más allá de los derechos que cada uno defiende, que me parece bien, con lo que convivo a diario es con el desconocimiento de qué industria tenemos. Me pasó con la pelea de actores y productores. Hay como una idea instalada de “vamos por ellos porque son riquísimos, porque son los poderosos”. Es una situación de la que es muy difícil hablar. Esta es una profesión en la que la política desconoce de qué estamos hablando.Seguramente, el poder político puede conocer mucho de los temas que maneja. Hay otros que tocan de oído y me da la sensación de que no hay un análisis más profundo.

—¿Qué, no saben?

—No, eso no creo. Pasaron puntualmente dos cosas. Yo soy un productor que es actor. Entonces como actor te puedo contestar, y se lo dije a la dirigencia actual, obviamente hay que defender el derecho de los que menos ganan. Incluso eso no está en la discusión, de hecho se levantó el bolo mínimo a 6.300 pesos, que es una persona que participa 22 capítulos y puede ser muy poco conocida o que recién empieza. Pero te aclaro que en un elenco de 22 personas, por lo menos en los que yo produzco, el promedio es de 14 a 15 mil pesos. De 6.300 debo tener tres personas…

—Creo que incluso antes del acuerdo solamente un 20 por ciento de los actores ganaba menos de los 6.300 pesos.

—Claro, pero volviendo a lo de Pablo, primero se armó la polémica, hubo mucho debate en Actores, cosa que me pareció bien, me parece bien la postura de defender al que gana poco, pero tengo la sensación de que después la cosa fue mal y aún hoy no se llegó a un acuerdo. Y pasó algo mucho más razonable. Los actores conocidos, más de cien, entre los cuales estuvo Pablo Echarri, pidieron una reunión con Actores para pedir un poquito más de comprensión al gremio. Cuando paramos, nos dimos cuenta de que era una locura. Ellos hablan del lock out patronal… Como productor digo: si voy al reglamento de 6 horas 25 y tengo que pagar horas extras, yo paro. Y la Asociación Argentina de Actores nunca habló de condiciones artísticas. En siete horas, como querían grabar ellos, no se puede hacer un programa de TV.

—¿La calidad artística no es una preocupación de Actores?

—No lo escuché ni cuando me reuní con ellos. Yo hago una pregunta que nadie me la sabe contestar. Acá un protagonista, con una torta publicitaria de 350 millones de dólares, gana entre 25 mil y 40 mil dólares. En México, la torta es 3 mil millones de dólares y un protagonista gana entre 35, 40 o 50 mil dólares. La pregunta es: ¿es razonable? Tenemos una torta publicitaria que roza con la de Ecuador y aun así producimos como podemos. Como productor, hay veces que he ganado, hay veces que he perdido.

—En griego antiguo, fama y dinero eran la misma palabra. En esa época no se concebía una sin la otra. Recién en Roma aparece la separación. Pero todavía queda mucha gente que imagina a los famosos riquísimos. Y dado que los canales de televisión son la fábrica de la fama, algunos pueden caer en la confusión de creer que también son una fábrica de dinero.

—Por eso es muy interesante, casi un quiebre, que 100 actores hayan ido a decirle al gremio: vamos a tratar de consensuar. Porque para mí, la SAA tiene una posición tomada: no quiere arreglar y no habla de condiciones artísticas. Yo soy actor desde hace 25 años, y siento que es un gremio que dejó de representar los intereses de los actores. Pablo Echarri fue a mediar para que haya….

—Cordura.

—Exactamente.

—¿Gabriel Goity dijo que los productores eran como “jeques árabes”?

—Me puso muy mal. Yo sé que dijo que no lo dijo, y siento que, generalmente, cuando les ponen un micrófono a los actores... Yo lo puedo entender de alguien que gana 1.500 pesos, 2.000. A él trabajar en televisión le ha generado mucho dinero. Me pareció como una descortesía para el medio que le ha dado mucho. Hipocresía, también, sí.

—La huelga de actores enfrentó por un lado a las tres A y por el otro a la mencionada Asociación de Teledifusoras Argentinas y a la CAPIT, junto con la ATA, que es la Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión, que preside un director ejecutivo de tu empresa, Pol-ka, Fernando Blanco. Vos fuiste el protagonista principal porque sos dueño de Pol-ka, principal ejecutivo de Canal 13, y además sos actor. ¿La pasás mal en esa triple condición?

—Sí, muy. Primero porque es un gremio que quiero, el actor es mi familia. Al principio me sentí muy triste porque sentía que cuando hablaba con el gremio no eran colegas, todo era para generar un efecto en la tribuna. Y no hablo de la defensa de los actores por el gremio, tienen derecho, me parece fantástico. Pero con límites, con un acuerdo; porque son ellos contra nosotros. Y me parece que el gremio no debería ser así. Lo hablamos largo y tendido con Norberto Gonzalo, pero me llamó la atención que en una charla en la AAA reunió a todos los elencos, y esto está documentado, para decir en una solicitada cuánto facturaban los canales de televisión la hora y puso 62 millones de pesos, una locura. Desconocimiento total. Le pregunté de dónde lo había sacado, y me dijo que de Infobae, que se pudo haber equivocado, pero lo que no puede pasar es que el dirigente máximo de la AAA saque un dato de Infobae y sin chequearlo vaya y hable. Ahí dije, acá hay algo, o animosidad…

—¿En algún momento sentiste que ellos no te reconocían a vos como actor?

—Es lógico. Hablé una vez, extraoficialmente, con Norberto en medio del lío, sobre todo por mi condición de actor y productor, no de colega, por tener afinidad con el gremio. Después habló ATA, CAPIT. Pero tengo la sensación de que ellos tienen una posición tomada y que no quieren arreglar. .

—¿Es cierto que durante el conflicto inspectores gremiales pasaban por las producciones con un cronómetro para controlar que no se pasasen las 6 horas 25?

—Primero, es un error, porque el actor puede adherir o no al paro. Esto fue lo que pasó al cuarto día: todos los elencos decidieron no adherir al paro, y por eso, Actores levanta. Después lo que pasó con el Puma Goity... Pasa una situación fea con la AAA: hay 5 mil actores y en televisión circulan 350. Es muy difícil, es un gremio donde laburan muy pocos.

—Inicialmente, hubo un período en que este sistema de supervisores funcionó, incluso tengo entendido que un día Diego Peretti, protagonista de “El hombre que volvió de la muerte”, en tu productora, desafió al inspector gremial, le dijo que tenía una responsabilidad con la empresa y con el público y que iba a terminar.

—Y de hecho lo hizo. Creo que Diego sentía que tenía un compromiso, un contrato firmado, y que podía o no adherir al paro. Y no lo hizo.

—¿Peretti tiene una formación académica diferente?

—Sí, se recibió de psiquiatra, pero es ciento por ciento actor y, además, no estaba totalmente a favor del aumento. Pero me parece que muchos empezaron a sentir que las cosas que hablaba la AAA no representaban sus intereses, porque, en todo caso, también tendrían que haber parado los actores de cine y de teatro. Y no pararon, paró la televisión. Entonces, esos 350 actores, de los cuales 80 ganan entre 15 mil y 80 mil pesos, o 90 o 100 mil pesos, empiezan a decir, bueno, pará, pará.

—Hay algunos puntos de contacto con las elecciones del sindicato de periodistas donde la enorme mayoría de quienes votan, los afiliados a UTBA, no trabajan en ninguno de los medios de prensa importantes. ¿La huelga afectó el vínculo con los actores?

—No, no quedó una herida. Creo que esos 350 actores que trabajan en televisión, que van rotando, sentían que las productoras habían hecho el esfuerzo, que se podía seguir dialogando, que siempre hay cosas para mejorar. Los actores van a tres asambleas y se dan cuenta de que la AAA manejaba la huelga a su antojo, esto es lo que me comentan. Y tiene lógica porque después estos actores no van con la asamblea y toman una decisión, que termina en “nosotros vamos a seguir grabando”.

—¿Nunca antes había pasado esto?

—No, nunca. Es un hecho histórico.

—¿A qué atribuís que haya pasado ahora y no antes?

—A mí me parece que algo va más allá de defender a los actores, pero no entiendo adónde quieren llegar. Yo en un momento dije por qué no encontramos una posición… ¿Qué hacemos con los cinco mil actores que trabajan? Porque esta industria tiene esta torta publicitaria de la cual en una tira un porcentaje alto te lo llevan tres actores, y el resto lo tenés que repartir. Es así la industria, en todo el mundo es igual. El protagonista vale porque es el que genera, entonces hay que pagarle. Pero la plata no se hace chicle, y tengo que ver cuánto tengo para los otros.

—¿Nunca antes se paró?

—No, nunca se paró.

—¿Y conflictos sin paro?

—Sí, hubo. Es una pelea que viene de años.

—¿Viene in crescendo?

—Sí, sí.

—¿Quién salió más beneficiado en la negociación por levantar la huelga?

—Creo que beneficiado no salió nadie. Los canales y productoras, si tienen la técnica contratada y no producen, pierden plata.

—¿Estuviste dispuesto a dejar de trabajar con actores argentinos y trabajar con actores extranjeros y orientar tu productora hacia la exportación?

—No. Como nosotros vamos a hacer una novela con Colombia, se dio que seguimos trabajando. Pero no, somos una productora que hace ficción desde hace doce años, hicimos más de 40 programas de ficción. Podría, pero no es lo que quiero. Me gusta producir para acá, para Canal 13, producir en la Argentina.

—Más allá de que el acuerdo por los 6.300 pesos ya es un hecho, está en discusión la letra chica, si incluye o no el PNT.

—Ahora es el PNT y mañana será otra cosa. Uno genera PNT muchas veces para cubrir los costos que genera la ficción.

—Que si no, no podés poner el helicóptero.

—Por ejemplo. Puede ser ganancia de la productora, que parece una mala palabra, y no entiendo por qué. Y otras veces, tengo un costo y entro justo. Nadie sabe cuánto sale una hora de televisión, nadie hizo una auditoria a una productora para saber de qué industria hablamos. Hoy para hacer un programa de televisión, desde el punto de vista de producción, hay que invertir. Ya no es más ponés una cámara y hablás.

—En enero de este año, en una nota de tapa del suplemento de Espectáculos de PERFIL, vos advertiste que este negocio de la televisión iba a explotar si seguía con estos sueldos.

—Lo venimos viendo desde hace dos o tres años. Es una industria que va para atrás, estamos en el punto opuesto con respecto a otras industrias.

—¿A qué atribuís que se vendan muchos más productos y, casualmente, el medio que facilita que se vendan esos productos por la publicidad está yendo para atrás?

—Es un tema que hay que atender fuertemente. Específicamente el tema de la publicidad que lo maneja el canal, lo sé por cómo está el segundo de televisión.

—¿El hecho de que haya 300 actores en TV y alrededor de 200 en teatro y publicidad, o sea que sobre cinco mil sólo un 10 por ciento trabaja y vota 100 por ciento no lleva a que el interés de los que votan no es el de los que trabajan?

—Por eso se quiebra en esta asamblea. Los mismos actores decían no sé quién está manejando en esta asamblea el destino de estos 350. Lamentablemente, nunca va a cambiar. Por más que cada canal haga cuatro programas de ficción, podés tener, con toda la furia, 500 actores. Es una industria boutique: trabaja el 10 por ciento. Por eso es una situación difícil también para los que trabajan, hay una sensación de culpa, me toca a mí y no le toca al otro.

—Un mes antes de la huelga de Actores hubo otra del sindicato de extras que no tuvo tanta trascendencia pública, pero fue violenta, destruyeron el frente de Telefe y prendieron fuego una puerta. ¿Qué pasó?

—No sé qué pasó, fue un acto creado, llevado al extremo para generar caos. En la industria de la televisión uno no está acostumbrado a estas cosas, que vayan a la puerta de un canal a tirar piedras. Nunca habíamos visto esto.

—¿Técnicas de otros gremios?

—De otros gremios, obviamente.

—¿Pasó en Pol-ka?

—No, fue solamente con Telefe.

—¿Y por qué creés que pudo haber sido con Telefe?

—No lo sé, me llamó la atención que haya sido solamente con Telefe.

—Sé que esa huelga se terminó resolviendo en la oficina de Moyano y por pedido del Gobierno. ¿Estabas al tanto?

—No, no sabía. ¿Así fue?

—¿Hay una interna política porque Actores responde a la CTA y los extras, a la CGT de Moyano?

—Sí, creo que hay una interna política fuerte. Que actores responde a la CTA, sí, es así.

—Para completar el panorama, ¿el otro gremio de la TV, el SAT, que agrupa a los técnicos, tiene como asesor al ministro de Trabajo, Carlos Tomada?

—Porque fue abogado en su momento, pero no ahora. Antes de ser ministro creo que fue asesor. Pero fijate que con los técnicos se manejó con lógica, hubo primero un aumento del 10 por ciento… Hubo una cintura que no está habiendo ahora.

—¿Hay un fin electoral en los politicos que buscan ganar votos posando junto a los actores?

—La política tiene estas cosas, es un arte muy particular. Yo no creo que porque un político se saque una foto con un actor... Y la ingenuidad del actor, que cree que después el político le va a dar...

—Uno fama, el otro poder.

—Puede ser. Pero me parece que este gobierno no va a hacer eso. Tengo la sensación de que se va a sentar a dialogar. En algún momento nosotros hablamos con Alberto Fernández, sobre todo por el tema de la relación de dependencia, y nos dijo que si hay una profesión que no tiene relación de dependencia es la de los actores. Claramente lo manifestó.

—Por un lado está el uso político de la fama, pero por el otro está el deseo de todos los gobiernos de tener medios débiles para poder manejarlos políticamente. En el caso de la TV, con todos los cánones mencionados, contribuyendo a que no tengan rentabilidad para manipularlos además de la continua espada de Damocles de eventuales multas del Comfer, prórrogas arbitrarias de las licencias, o fomentando presiones gremiales.

—Puede ser. Yo no creo que Canal 13 o el Grupo Clarín se dejen manejar por este tipo de juegos.

—¿Lo que pasó en la puerta de Telefe no puede tener que ver con esto?

—Puede ser.

—El Grupo Clarín, por la fortaleza que tiene, puede ser inmune a esas presiones pero, ¿y América y Canal 9?

—Viéndolo así... Pero me cuesta creer que el Gobierno tiene esta mirada tan fuerte para desestabilizar a los medios de comunicación. Me cuesta creerlo.

—Otra fuente de ingreso de la TV son las ventas de programas al exterior. ¿Es correcto decir que Telefe exporta por año 20 millones de dólares; Canal 13, 15 millones; los otros, alrededor de 5 millones, y las productoras independientes, otros 5?

—No. El producto argentino viaja a Europa del Este, que paga desde 200 dólares el capítulo... Vos podés tener, por año, si te va bien con una tira exitosa, una venta... que además te pagan a dos o tres años, de un millón, un millón y medio de dólares. Porque Europa te paga 400 dólares el capítulo, Polonia te puede pagar 150.

—¿Siempre en países con una TV no muy desarrollada o con mercados pequeños, Rusia e Israel respectivamente, por ejemplo?

—Argentina no tiene una penetración en los países fuertes. Acá hay desinformación, por eso te digo que es un clásico argentino hablar de cosas que no se saben. Por ejemplo, Son de Fierro y Mujeres de nadie no los vendí a nadie este año. Con Sos mi vida me fue muy bien, y con Padre Coraje, ahí. Es mentira que todos los productos argentinos se venden.

—Vos te especializás más en el mercado argentino, otros canales y productoras sí están más orientados al exterior.

—Sí, a mí me preocupa ciento por ciento tener más éxito acá. Me encanta producir las experiencias que tuvimos con Amas de casa desesperadas, o generar alguna coproducción, o tener algún producto boutique, como en el caso de Epitafio. Hacer un programa especial para que viaje por el mundo, lo hago, pero lo principal es que funcione en la Argentina.

—Otro problema de la TV son los derechos de importación de los equipos. ¿Es correcto decir que en lugar de pagar los aranceles de bienes de capital, como cualquier empresa normal, pagan como un artículo de lujo para uso personal, como un millonario que se importa un plasma de 100 pulgadas para su living?

—Es una fortuna. La gente desconoce lo que sale tener que equipar una productora o un canal. Cada dos años tenés que invertir en cámaras.

—Si cada dos años inverten en nuevos equipos que pagan más impuestos que en los países a los que les venden contenido, ¿cómo hacés para ser competitivo?

—Exactamente. Ese es el tema.

—¿Hay algún otro país donde la TV pague los impuestos de importación de aquí?

—Creo que no. Hay otra cosa increíble, yo hablaba un poco sobre esto que se decía que a los canales no les importan los actores. Canal 13 tiene al mando de su programación a dos actores, Pablo Codevilla y yo. ¿Cuál es la opinión que tiene Canal 13 en la AAA? Clarín sabe cuál es mi posición sobre la ficción nacional, lo que la quiero, lo que quiero a los actores. Lo dije mil veces: yo soy un actor que produce y ahora soy un actor que es un director. Canal 13 este año fue el canal que hizo más ficción.

—¿Qué ponés en la tarjeta de migraciones cuando salís?

—Depende, muchos años puse actor… No, empresario no pongo, yo no soy empresario. Me suena más actor o productor.

—Hadad se deshizo hace poco del 20 por ciento que le quedaba de Canal 9...

—(interrumpe) ¿A qué precio?

—En realidad, imagino que a ninguno, porque quedándose con el 20 por ciento tenía que pagar el 20 por ciento de las pérdidas mensuales y pronto habría quedando debiendo a su socio, que le había comprado el 80. ¿Cómo ves la estrategia del Canal 9 actual, con todas esas tiras mexicanas?

—Yo creo que la política es plancharlo al canal, reducir el costo al mínimo. Es que la Argentina, con esta torta publicitaria, da para dos canales.

—Repasemos. Mientras en la Argentina la publicidad total de la TV es escasamente superior a 300 millones de dólares, en España es de 6 mil millones. Veinte veces más, y allí el gobierno, últimamente, autorizó dos nuevas señales de televisión abierta, una para Prisa y otra para Televisa, respectivamente. ¿Cuando mirás la TV española y la comparás con la Argentina se percibe que allí tienen 20 veces más recursos?

—Así como los argentinos exportamos futbolistas, somos conocidos por el asado, por lo emprendedores y por ese talento, que tenemos como una bendición, de poder hacer mucho con poco… Nos pasa en la televisión. Es un punto a favor.

—La TV española que recauda veinte veces más, ¿gasta diez veces más?

—No. Una hora de TV en España son 400 mil euros. En la Argentina, sale 30 mil dólares.

—400 mil euros son 600 mil dólares, por tanto es exactamente la misma proporción de la publicidad: 20 veces.

—Interesante. Se le está pidiendo a la TV argentina más, y no da más. Va a explotar.

—Sigamos repasando: la publicidad de la TV en México es alrededor de 3.000 millones de dólares; Brasil, el doble. México 10 veces la Argentina, Brasil 20 veces. ¿Cuánto cuesta la hora en México y Brasil?

—En Brasil debe costar 200, 250 mil dólares, y en México puede costar entre 120 y 130 mil dólares.

—Guardan relación entre ellos. ¿Y la calidad?

—México tiene cosas buenas, hechas con respeto. Hacen mucho telenovela, cuidan mucho el público que tienen, sobre todo, en Estados Unidos, donde hay una mayor cantidad de mexicanos.

—¿Cuántas horas de TV producís en Pol-Ka por año?

—Casi 11 horas semanales, 52 semanas en el año.

—520 horas.

—El unitario de televisión que yo produzco pierde todos los años, por eso me enojo de dolor con la AAA. Locas de amor, Vulnerables, El hombre que volvió de la muerte, todo va al costo. Se lo hace porque para un canal siempre es prestigioso, porque, obviamente, los canales tienen un compromiso con la cultura entre comillas. A mí me sirve para mantener la estructura de las 300 personas que tengo, Pol-ka lo hace por el prestigio, y también son fuentes de trabajo.

—Si promediás entre el costo del unitario y el programa que sale todos los días, el costo de producir TV en Argentina sería de un promedio de 100 mil pesos la hora.

—Sí. La hora de TV diaria sale 90 mil pesos y el unitario sale 150 mil.

—Entonces, cuando hablamos de industria de la TV podríamos comenzar diciendo que no existe tal industria. Comparativamente Pol-ka, la mayor productora de ficción argentina, con sus sólo 520 horas por año y a un promedio de 100 mil pesos la hora, es una Pyme que no factura ni el 1% de las centrales de producciones de Globo o Televisa.

—No, no es. Ojo, hubo años que nos fue bien.

—Por más años mejores no sé donde están “los jeques árabes”: 520 horas anuales por 100 mil son poco más de 5 millones de pesos anuales de ventas. Una concesionaria de autos factura más.

—No. Yo debo facturar más... entre tiras, unitarios, debo facturar entre 15 y 20 millones anuales.

—A ver si entiendo, tenés otro tipo de ventas, cine, alquiler de set para producciones al exterior, ¿pero de ficción para TV en Argentina la hora vale 100 mil?

—Exactamente.

—Quiero concluir el repaso: Chile tiene un mercado de publicidad similar al de Argentina, pero allí todos los canales son rentables a pesar de lo pequeño de su mercado publicitario. ¿El problema aquí son los costos?

—Gastan mucho menos. Acá va a pasar, como dije en el mes de marzo, que en los próximos dos años a la ficción no la vamos a poder aguantar ni las productoras ni los canales.

—Te pongo otro ejemplo: en los 90, con el 1 a 1, la publicidad de la TV eran 700 millones de dólares, pero aun así, igual los canales no ganaban dinero. En esa época se repetía que las ganancias quedaban en las grandes estrellas, en Tinelli, en Susana Giménez y en las productoras. ¿Hay un problema endémico de ego en los canales que siempre gastan más plata de la que pueden?

—Sí. No es el caso de Canal 13. Fue un rasgo de Telefe en algún momento. Vos conocés cómo es el Grupo Clarín, ahora es mucho más ordenado. Va hasta donde puede, y no va a gastar más de lo que entra.

—Es una cuestión de grados pero la esencia es la misma. Canal 13 no gasta más de lo que puede, pero gasta todo lo que puede; Telefe en una época gastaba más de lo que podía, y, de hecho, Canal 9 y América gastan siempre más de lo que pueden porque siempre han perdido dinero. Las explicaciones que yo escucho es que para una empresa como Clarín un canal de televisión no le cambia la rentabilidad de todo el grupo y, por distintos motivos, prefieren liderar como sea. Y para una empresa como Telefónica, tampoco el resultado que pueda tener Telefe es un porcentaje significativo en el total de sus negocios. Para ambos un canal de TV no es un fin sino un medio para otras actividades. Distinto era en otras épocas en la Argentina cuando había personas como Goar Mestre, Romay o García para quienes, más allá de todos sus defectos, la televisión era un fin. O como es en otros lugares del mundo: Berlusconi, antes de dedicarse a la política, por ejemplo, se convirtió en el hombre más rico de Europa con sus canales de televisión. No hay rentabilidad, entre otras causas, porque tampoco los accionistas de los principales canales se preocupan mucho y arrastran a toda la industria, casi como un mecanismo de defensa.

—Te puedo asegurar que en los últimos años he participado de reuniones, y sí hay preocupación por la rentabilidad. En Canal 13 no escuché nunca, en estos cinco años, te lo juro, esta idea. Es un punto justo de venta menos costo.

—Un proverbio inglés dice: “La felicidad es ganar 100 libras y gastar 90, en cambio la infelicidad es ganar 100 y gastar 110”. Algo extraño sucede en la televisión, por ejemplo: ¿por qué no se deciden a cobrar las tarifas de publicidad que corresponden?

—Por eso uno de los puntos clave es que si la industria no toma conciencia de lo depreciado que está el segundo de TV, es muy difícil. Y el punto clave en Canal 13 es manejar los costos. No me ha pasado nunca en los cinco años de programación haber tenido libre albedrío con el tema de los costos.

—¿A qué obedece que las tarifas de publicidad sean tan bajas?

—Creo que mientras Telefe y Canal 13, que son los líderes, no tengan una política en común de cómo abordarlo, es muy difícil.

—¿Alguna vez viste cuánto invierten las multinacionales que son los mayores anunciantes de la TV argentina, Unilever o Procter & Gable, por ejemplo, sobre su ventas en Argentina y en otros países?

—No, ¿vos lo viste?

—Sí. Las empresas de consumo masivo, no sólo ellas sino también Mc Donald’s, Disney, etcétera, invierten entre el ocho y el doce por ciento de sus ventas en publicidad. En Argentina entre el uno y el dos por ciento. No porque hagan menos publicidad sino porque las tarifas de publicidad no son profesionales.

—Para mí es un error que entren a la televisión por nada. Estamos yendo solitos a prendernos fuego todos. Los canales de televisión viven, supuestamente, de la publicidad, de generar mayores ingresos para poder tener una televisión más rentable. No es el caso del campo que con la soja facturaron y acá no. La soja generó en los últimos cuatro años una explosión y la televisión es todo costo. Si suben los costos y no suben las tarifas, hay algo que está mal. ¿O no?

—Si se venden quinientos mil autos por año en Argentina y se recuperaron las ventas del año ’98, ¿por qué la publicidad, que vende esos mismos autos, está a menos de la mitad de 1998? Esto vale para electrodomésticos, y la mayoría de los productos porque el costo de la publicidad no acompañó el aumento de los productos anunciados. Puesto en términos concretos: hoy una automotriz, por ejemplo, precisa vender menos autos para pagar la misma campaña de lanzamiento publicitario de hace diez años.

—Sí, claro que sí, totalmente.

—¿No se debería enviar a los anunciantes al Sindicato de Actores a negociar?

—(Risas) Sería magnífico.

Sigue

—¿El modelo de negocio de la televisión se orienta hacia productoras que son más rentables que los canales cumpliendo aquello de que “el contenido es el rey” y la distribución pierde fuerza?

—Depende del producto. En el caso mío no y no puedo hablar por el resto.

—El presidente de CAPIF que negoció con Actores, ¿no es de Pol-ka?

—El presidente, Fernando Blanco, es mi socio y tiene el treinta por ciento de Pol-ka. CAPIF la armamos hace siete u ocho años. Fui uno de los fundadores con Marcelo (Tinelli), Nicolás Repetto, Pergolini, Guebel y Carlos Rottemberg, que era el presidente.

—Entonces, ¿quién gana más, las productoras o los canales?

—Repartió los compromisos. Yo creo que un canal de televisión, como las grandes cadenas en Estados Unidos, contratan a distintos productores y van eligiendo: este producto me gusta, este otro también, este no. Tienen un presupuesto. Ha pasado que me han pagado treinta mil dólares, pero también me ha pasado con programas en los que he gastado treinta y tres mil dólares. Tengo la suerte que a veces tengo el treinta por ciento del Grupo Clarín, que es socio de Pol-ka.

—¿Tuviste que aceptar ser director artístico del canal para que tu productora pudiese mantener su volumen de trabajo?

—No, yo no creo. En el momento que acepté, siempre digo lo mismo, a mí me dieron la posibilidad del espectro de conocimiento de esta profesión. Yo empecé en Canal 13 cuando tenía catorce años y desde el punto de vista emocional es muy fuerte lo que me une. Debo reconocer que a mí me han tratado con guantes de seda, siempre. Me he sentido el niño mimado del Grupo en cuanto a las posibilidades que me dieron. Obviamente que Pol-ka le dio muchos buenos resultados al canal.

—Además del 30% de tu socio, Fernando Blanco, ¿es correcto decir que otro 30% de Pol-ka es de Clarín y el 40% restante es tuyo, en el caso de la salida a la bolsa de Clarín?

—Sí.

—¿Ofreció Clarín comprarte un porcentaje mayor de acciones ahora que el Grupo completo salió a la Bolsa?

—No, no me ofrecieron.

—Porque a Tinelli sí le ofrecieron comprarle un porcentaje mayor de su productora.

—¿Y cómo le fue a Marcelo?

—El me dice que a vos te ofrecieron lo mismo y vos aceptaste y él no.

—No, no. Sigue siendo igual.

—¿Y Clarín está conforme con tener el treinta por ciento?

—Sí, está conforme.

—¿Escuchaste quejas del Canal del tipo “al final ponemos la señal, la inversión, soportamos las presiones del Gobierno y perdemos plata mientras que las productoras ganan”?

—No, no lo escuché nunca. Porque Canal 13 también conoce los números de Pol-ka y de Ideas del Sur, y a veces se gana, y a veces se pierde. Hubo años que me fue muy bien y otros años que me fue regular. Hubo casos en los que Canal 13 apoyó problemas deficitarios que tuvo Pol-ka.

—¿Hay diferencia de trato entre Pol-ka e Ideas del Sur por ser vos al mismo tiempo ejecutivo mimado de Canal 13 y dueño de Pol-ka?

—Yo creo que la idea fue brillante, desde el punto de vista del Grupo Clarín, de traer a Marcelo Tinelli y a Ideas del Sur a Canal 13. Creo que se asegura por lo menos por los próximos años, porque nada es fijo. Yo creo que Pol-ka es una productora muy sólida a nivel ficción, pero todos cumplimos un ciclo. No es el caso en este momento, pero me parece que, tanto Ideas como Pol-ka en la televisión argentina tienen mucho para dar. No sé cuántos años más, pero…

—¿Ideas del Sur y Pol-ka son complementarias?

—Sí, totalmente. Creo que el nicho de ficción de Pol-ka, el de las nueve de la noche, y el del entretenimiento infanto juvenil que está haciendo Marcelo (Tinelli) es una dupla que va a dar batalla, en el buen sentido. Son dos productoras con mucha afinidad y nos llevamos muy bien. Obviamente, hay una ligazón desde hace muchos años del grupo Clarín con Pol-ka o conmigo, una relación muy fuerte y personal. Ahora llegó Marcelo para darle una fuerza a Canal 13 muy importante. La verdad, Marcelo es clave para nosotros.

—¿Seguro que las productoras no se quedan con la rentabilidad de los canales?

—Pero es lo que siempre digo: eso se puede auditar. ¿Cuál es la rentabilidad de una productora?

—Otro tema interesante para la industria es el Triple Play. Supongo que para una productora no habría nada mejor que el Triple Play porque le permite tener más alternativas de colocación de contenido. O sea, que no solamente la compañía de cable distribuya televisión, sino que todas las compañías de Internet y de telefonía puedan distribuir televisión. Esto es lo que hace que en Estados Unidos se crea que el futuro no será de los canales de televisión sino de las productoras que podrán vender sus contenidos por más canales de lo que hoy disponen ¿Cómo imaginás el futuro de la televisión?

—Yo creo que Internet va a jugar un rol clave en los próximos quince años.

—¿Te imaginás produciendo televisión para Internet?

—Sí, claro que sí. Yo creo que va a suceder. También me imagino producir tres minutos para telefonía celular. Es lo que viene. Va a ser muy difícil correr de lugar a la televisión, porque ocupa un lugar muy difícil. Yo siento el rol del entretenimiento para Internet… La infelicidad creo que le abre una puerta al entretenimiento. Hay algo que va de la mano, ¿no? La infelicidad con el necesito entretenerme. Va a haber mucho contenido en el teléfono celular.

—¿Por qué creés que Clarín se opone al Triple Play? ¿No hay un conflicto de interés entre Clarín como socio de tu productora y sus otras inversiones?

—No, nunca. Las cosas nuevas que fueron surgiendo las fuimos haciendo juntos.

— Velo de esta manera: como las compañías de cable, de las cuales Clarín es el jugador dominante, a través de Cablevisión y Multicanal, que ofrecen un paquete de abono de cable y acceso a Internet por banda ancha, y las compañías telefónicas junto a otras compañías proveedoras de Internet no pueden ofrecer un abono de TV porque no tienen compañía de cable. En la carrera por ver quién lidera el mercado de banda ancha de Internet, que es el futuro dado que todas las comunicaciones van a ser a través de banda ancha, y que hoy está repartido más o menos en términos iguales entre Clarín, Telecom y Telefónica, Clarín tiene una ventaja competitiva por ser dueño de Multicanal y Cablevisión sobre las telefónicas y otros proveedores de acceso a Internet.

—No lo había escuchado así. No lo había percibido nunca, porque Pol-ka está focalizada en la televisión abierta. No es un punto neurálgico para Pol-ka ese tema. Nunca fue mi debate para adentro de la compañía.

—Los organismos multinacionales como las Naciones Unidas ya empiezan a considerar que un factor del grado de desarrollo de un país, tan importante como el producto bruto, el nivel de analfabetismo o de mortalidad infantil, es el grado de penetración de hogares con Internet con banda ancha.

—Pero, seguramente, a Pol-ka por tener al Grupo Clarín con el treinta por ciento, cada cosa de contenido que salga va a ir ahí, y, seguramente esta productora, u otras productoras, se verán beneficiadas, porque, en todo caso, comprarán el contenido para esos lados.

—Otro tema es el riesgo del atraso tecnológico para el país, de la demora en decidir la norma de la televisión digital. En un par de años, habrá apagón analógico televisivo en los países desarrollados. Sólo en un par de años no le vas a poder vender más las latas de cuatrocientos dólares la hora que mencionabas porque ellos sólo emitirán digital. Eso en los países desarrollados. En los países en vías de desarrollo, por ejemplo Brasil, ya definió una norma japonesa. Hasta Uruguay ya definió la norma europea. Y la Argentina sigue sin resolverlo.

—Pero yo creo que está…La verdad que son temas de los que no estoy tan al tanto. Sin embargo, creo que la Argentina todavía… Me parece que es un tema político ¿no?

—La norma europea de televisión digital permite que por la misma banda que hoy trasmite un canal de televisión de aire, puedan transmitir seis canales. Lo que transformaría los cinco canales de aire de Buenos Aires en treinta. Y además, en este momento ya se agrega en Inglaterra, Italia, Francia y, próximamente, en España un convertidor que podría transformar cada una de esas señales en otras cuatro. Así se podría tener, dependiendo de la calidad, muchas decenas de canales de televisión sin tener que apelar al cable. Hay quienes piensan que la demora en decidir cuál es la norma de televisión digital se debe a que cada año que se demora es un año más del monopolio del cable.

—No lo sé. No lo sé porque no estoy tan interiorizado del conflicto.

—No sé si sabés que recientemente, junto con la aprobación de la fusión entre Multicanal y Cablevisión, el Gobierno por primera vez autorizó a una nueva empresa de cable para la Ciudad de Buenos Aires, con cable aéreo para TV. Hasta ahora sólo Multicanal, Cablevisión y Telecentro estaban autorizadas a hacerlo y ahora le dieron la concesión a una nueva empresa que se llama GigaCable, a la que se supone vinculada con el magnate de telecomunicaciones de México, Carlos Slim.

—No, no sabía.

—Dejemos la televisión como industria y entremos en la televisión como show. ¿El rating de diciembre lo gana Canal 13?

—Yo creo que sí. Hasta ahora estamos ganando.

—¿Por cuánto?

—Unas cinco o seis décimas.

—¿El año completo es de Telefe?

—Sí.

—O sea, ¿ustedes ganaron los cinco últimos meses y ellos los siete primeros?

—Seis y seis

—¿El prime time del año completo lo ganaron ustedes?

—De punta a punta… o por lo menos de marzo en adelante.

— ¿Y cuál es tu análisis?

—Creo que tuvimos un año para sacar una foto y recordarlo. Son esos años que vienen cada tanto porque a nosotros nos salió casi todo y Telefe probó mucho y algunas cosas no le salieron del todo bien. Cosa que nos ha pasado en otros años, en donde a Telefe le salieron muchas cosas y a nosotros no. Pero como digo siempre, tenemos que ser cautelosos. Telefe es Telefe.

—Los primeros cuatro meses de 2008, sin Tinelli, ¿otra vez volverá a ganar Telefe?

—Depende de si en enero Telefé sale a pelear con producciones de prime time. Nosotros vamos con una programación más de verano, muy buena. En enero lanzamos la nueva tira de Pol-ka a las nueve de la noche. Nosotros empezamos a ganar porque a la tarde, que durante años era floja, se nos dio vuelta la taba.

—¿Tiene que ver con que al tener juntas a Pol-ka e Ideas del Sur sus producciones no entran todas en el prime time y derraman a la tarde?

—No. También nos rindió muy bien Cuestión de peso. Tiene mucho color la tarde de Canal 13. Mujeres de nadie, Cuestión de peso, Patito Feo… muy variado.

—¿En qué es fuerte Telefe?

—Yo creo que es un canal que siempre da batalla. Claudio es una persona que está concentrada para poder subirse al ring a pelear en términos de programación y defender su pantalla. Creo que es un capital que heredó de años y lo pudo fortalecer. Lo heredó de Gustavo Yankelevich e hizo propia su cultura. Yo le tengo mucho respeto.

—¿Y cuál es el fuerte de Canal 13?

—La paleta de colores. Se puede encontrar con Roberto Pettinato y TVR o una novela como Mujeres de nadie y Tinelli. Se puede encontrar un producto como El hombre que volvió de la muerte o Mujeres asesinas, y lo fuerte a las ocho de la noche de Telenoche. Canal 13 está hoy muy parecido al Canal 13 que tuvo Goar Mestre o a lo que uno puede soñar cuando un equipo está bien armado. Hay que laburar. Cuando me iba mal, yo decía que la televisión no es una foto fija. Que no se asustaran, que esto no iba a quedar para toda la vida. Hoy le quiero sacar una foto al momento para recordar, pero arranca 2008 y arranca todo de nuevo.

—¿Hubo un cambio de posicionamiento a partir de la llegada de Tinelli a partir del cual Canal 13 se popularizó incorporando audiencias que pertenecían más a Telefe y, al mismo tiempo, Telefe se “canaltrecizaba”, yendo en búsqueda de una audiencia más selectiva?

—Sí, bueno… Por eso digo tener en su justa medida todo. Para nosotros es un orgullo tenerlo a Marcelo. Un canal de televisión siempre quiere rating. Mentira el que dice que no quiere rating.

—Escucho a los expertos decir que tanto como el rating total importa el “targeting rating point”, el rating del segmento ABC1 que es la audiencia que busca la publicidad

— (Piensa en silencio varios segundos).

—Cuando tenés que elegir como director artístico…

—(retoma) ...Bueno, como puedo elegir y tengo tantas horas semanales para llenar, yo digo: quiero tener un 70% de multitarget y tener un 30%, o un 65% y 35% donde yo pueda tener un producto distinto. Pero en la pantalla se puede tener uno, a los sumo dos productos en donde uno se sabe segundo. En su momento, Vulnerables o Locas de amor era un target de 14 o 15 puntos. Andy Kusnetzoff tiene un buen target. Tinelli en los 27 puntos tiene de todo, tiene ABC1 y C2. Son de Fierro tiene buen target. Entonces, se necesita tener la paleta de colores que Canal 13 tiene. Y tenemos un punto neurálgico para nosotros muy importante que es Telenoche.

—¿Qué importancia tienen los noticieros?

—Para la programación de Canal 13, Telenoche es pilar. Porque esos 15 o 16 puntos que tiene le da un perfil al canal de prestigio, de seriedad.

—¿Se podría cambiar el horario de “Telenoche”?

—Jamás. No, ese es uno de los puntos fuertes. Es el único noticiero de la televisión argentina que mantiene 16 puntos de rating, y contra Susana Giménez.

—¿Qué le faltó a la pantalla de Canal 13 para ganar los 12 meses?

—Anduvimos bien en la totalidad, mejoramos mucho la tarde. Lo que pasa es que nosotros empezamos desde abril. Ahí está la diferencia. Ellos tuvieron un excelente febrero y marzo con Gran Hermano.

—Y están repitiendo esa estrategia y largan con todo para la misma época.

—Sí, puede ser. La política de Canal 13 es: “Vamos a entrar cuando empiece el mercado a tener movimiento”.

—Aunque pierdan los primeros cuatro meses, ¿no les preocupa?

—No nos preocupa. Esta es la política de Canal 13 de toda la vida. Si a partir del 20 de marzo hay movimiento publicitario, ahí vamos a entrar.

—¿Hay algún programa de Telefe que te gustaría tener?

—Este año no. Cuando hicieron Montecristo, me hubiese gustado tenerlo.

—¿Qué pasó con el prestigio de la televisión este año?

—Creo que la televisión argentina tiene como función entretener, tener una cuota de programas que propongan otro nivel de pensamiento, pero no en toda la programación.

—¿Perdió prestigio este año la televisión con menos ficción?

—Es que no es así. No hubo menos ficción. Lo que pasa es que a Telefe se le mancaron dos o tres productos de ficción.

—Pero en el prime time la competencia se dio entre “Bailando”, “Cantando” o “Patinando” y “Gran Hermano”.

—Es que quiero hacer un poco más de reflexión. ¿Dónde está escrito que los canales de televisión (y lo digo yo que me dedico a hacer ficción) deben tener solamente ficción en el prime time? Obviamente, el argentino ama ver programas de ficción. Pero un año puede haber ficción a la tarde y no en el prime time.

—¿La televisión se hizo más bizarra?

—Para mí se subieron a Gran Hermano. Hubo mucho ...

—¿Sexo?

—El caso de Marcelo es completamente distinto. Propone un entretenimiento, que es a lo que se dedica él. Y lo cumple.

—¿Entonces lo bizarro era “Gran Hermano” y no “Cantando” o “Patinando por un sueño”?

—Bueno, pasan cosas bizarras manejadas por el animador, que es un “bicho de televisión” y tiene buen timming televisivo. Sabe muy bien y conoce hasta dónde puede llegar en el juego de la televisión.Gran Hermano empezó muy bien pero lo repitieron, lo repitieron... y se gastó.

—¿Se va a gastar también “Cantando”, “Bailando”, “Patinando” o “Nadando”?

—Obviamente. Todo se gasta. Yo no puedo hacer Son de Fierro dos o tres años seguidos. Pero siempre Marcelo va a encontrar algo nuevo. Hace diecisiete, dieciocho años que lo logra.

—Con otro formato…

—Sí, pero este año encontró el Patinando y le funcionó muy bien también. Y el año siguiente le encontrará una cosa nueva. El sabe como defenderse, tiene buen olfato televisivo.

—¿O sea que no solamente el año próximo sino también el siguiente habrá “Bailando”?

—A lo mejor dura dos años más y después deja. Yo creo que más de dos años no va a durar.

—¿Y a vos te queda resto? ¿Cómo llegás a fin de año?

—Bien, me golpeó un poco el tema de parar la ficción, me tuvo triste, me tocó personalmente el hecho de parar de producir. Pero me dio satisfacción que cien actores hayan ido a la Asociación Argentina de Actores.

—¿En el colegio estabas entre el grupo de los populares?

—Sí.

—O sea que por primera vez sentiste la segregación durante la huelga.

—No tanto. Sentí que era un productor. Que es lo que soy. No soy un jeque árabe.

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Domingo 23 de Diciembre de 2007
Año II Nº 0219
Buenos Aires, Argentina