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Reportaje a Héctor Ricardo García

Especialista en cacerolas

El dueño de Crónica TV analiza el fenómeno de la televisación en directo de las protestas sociales. Imitación y contagio. Deseo de protagonismo. El pacto de Clarín con el Gobierno, pero limitado al diario de esa empresa, no a TN y Canal 13. El papel de C5N en esa interna del Gobierno. Las críticas que recibió por ser el primero y el que mejor mostró los últimos cacerolazos y su comparación con los de 2001, que también tuvieron a Crónica TV como primer protagonista. El periodista con más sensibilidad popular de la Argentina analiza el papel de los medios audiovisuales en las manifestaciones sociales.

Por Jorge Fontevecchia

D’ELIA. “Las cacerolas habrían muerto al día, o a lo sumo dos días, por el desgaste físico y mental de quienes participan, si no hubieran ido D’Elía y sus piqueteros a las trompadas.”

—Usted fue el primero en informar el cacerolazo en apoyo al campo en la Plaza de Mayo. Es algo que le reconoció la mayoría de los diarios y casi todas las radios...

—Es el destino nuestro. Crónica TV se hace, el 90 por ciento, con llamados de la gente. Llaman y dicen: “Acá en Belgrano hay un escándalo, la gente está en los balcones con una cacerola”, o “En Plaza de Mayo, en Retiro, en Callao y Corrientes, en Callao y Santa Fe”. Y así. Nosotros mandamos a todas partes, tenemos ocho móviles y si no va un móvil, va una cámara. Es un estilo. Además, esto lo vivimos mucho peor en la época de De la Rúa, cuando la gente quería entrar al Congreso, a la Casa de Gobierno, cuando tiraba los sillones por la ventana del Congreso...

—¿El Gobierno le llamó la atención?

—No, nada. Oficialmente, no. Alguna vez llama un funcionario que dice: “Che, paren un poco la mano, ¿cómo ponés tal placa?”. Y... la pusimos porque es verdad. “Pero bajala, no la pongas más”. Así, sí. Oficialmente, no.

—¿Las placas rojas son lo que más les molesta?

—Sí. Les molesta a todos. Le comento una tontería. Miguel Angel Rodríguez, la última semana de La jaula de las locas, dijo: “No doy más” y yo puse una placa roja porque una ex corresponsal nuestra en Mar del Plata me llamó y me dijo: “Rodríguez se bajó de la obra, se quedó en Buenos Aires y acá todo el elenco que alquila casas, que tiene departamentos, que tiene ubicaciones en hoteles se quedó en banda”. Lo entiendo: el tipo estaba grabando acá un éxito de Canal 7 y una comedia de Canal 13, va y viene... Bueno, me llamaron el productor, los diarios, las revistas, las radios... “¿Che, es verdad eso?”.

—Así como esa placa roja de Rodríguez, ¿qué otra recuerda que haya molestado al Gobierno?

—La última vez que me llamaron enojados fue cuando pusimos una placa que decía que renunciaría el ministro de Economía Lousteau, una noticia que la dieron en todo el mundo. Yo venía para acá escuchando a Víctor Hugo, y cortaron el partido para dar un flash en Continental. Llegué, puse el televisor, estaba la placa y desde Casa de Gobierno ampliaba María Cristante. Somos el único canal de la Argentina que tiene un estudio en Casa de Gobierno; lo pusimos hace 14 años, un estudio con luces, con monitores, con todo. Lo usamos poco, pero lo usamos; y tenemos gente en Casa de Gobierno desde las 8 hasta que se va el Presidente o el último ministro. Después, no lo admitieron, pero la noticia estaba.

—Y probablemente va a ser cierta muy pronto.

—No sé, no soy adivino.

—Perfil.com, ayer, dijo que durante la huelga del campo, el fin de semana largo, Lousteau se fue a Buzios, en lugar de estar aquí trabajando.

—No sé. Sinceramente, la política no me interesa.

—Hablando de medios, a Kirchner le hicieron fotos en su búnker de Puerto Madero y tenía una serie de pantallas de televisión...

—Cuatro.

—Como veo, lo recuerda bien. Tenía dos con C5N y con TN, y no tenía Crónica TV.

—Es un chiste eso. Clarín no va a publicar en una tapa una imagen de Crónica. Entonces el fotógrafo, o el ex presidente Kirchner que mira todo el día Crónica –me lo ha dicho personalmente–, dijo, pienso yo: “Che, vamos a sacar Crónica y ponemos CN5 dos veces, o una composición gráfica”. Crónica no puede estar en la tapa de Clarín, entiendo perfectamente, es el mismo grupo.

—No es así, las mismas fotos las publicamos nosotros y no están alteradas, Kirchner tenía, efectivamente, dos pantallas con C5N.

—Pienso que Kirchner se ha mandado el chiste de cambiarlo...

—Si hubiera sido “Clarín”, no habría puesto dos veces C5N, sino dos veces TN.

—No sé. Si es como dice, hay un mensaje. Yo creo que en este momento los canales de noticias que compiten son TN y el 5, que se aproxima cada vez más en el estilo editorial de programas políticos a TN.

—Este segundo análisis sí lo comparto. Quizá Kirchner haya cambiado los canales para la foto pero, ¿para quién sería el mensaje?

—No sé. A mí me consta que Kirchner ve Crónica las 24 horas, y allegados a él me llaman y me dicen el Presidente –o el ex presidente– está viendo Crónica y estamos muy enojados por tal placa... o que graciosa tal placa, o tal nota.

—¿Podría ser un mensaje para Clarín mismo? Posar para “Clarín”, y en lugar de poner TN, le ponen dos veces C5N?

—Tanto no sé. Cualquier persona normal sabe que nadie pone dos pantallas iguales.

—Y le agrego más, en otra de las pantallas estaba la Cadena de Televisión Bolivariana, es difícil imaginar que Kirchner se la pase viendo la cadena bolivariana...

—Es absurdo pensar que alguien que llegó a ser presidente de este país y tiene el poder actualmente, no vea Crónica.

—¿Gobierna ella pero el poder lo tiene él?

—No sé. La parte política no me interesa.

—¿C5N tiene más publicidad oficial que Crónica?

—No sé.

—En su caso, ¿la publicidad oficial representa algo importante?

—Es el diez por ciento del total.

—¿Tiene hoy menos publicidad oficial?

—No, no.

—¿Se puede mantener la independencia económica de un canal de noticias sin publicidad oficial?

—Creo que sí, porque a excepción de Crónica, los demás canales de noticias son subsidiarios de un canal de aire. TN es Canal 13, o sea, todo el poder del 13 en imágenes, satélite, móviles, corresponsales... Todo el material de Telenoche se pasa por TN. América y América 24 es lo mismo, usan los mismos locutores, las mismas imágenes, los mismos cronistas...: abaratan costos. El 5 tiene un convenio con el 9, de cuando Hadad manejaba el 9; se prestan materiales, y actualmente lo siguen haciendo.

—Mi pregunta es: ¿hay mercado publicitario para tres canales de noticias? ¿O el lanzamiento de C5N podría obedecer a otras causas?

—No sé. Sé que Hadad soñaba con un canal de noticias porque me vino a ver varias veces para hacer una asociación con él. Quería comprarme Crónica. Me mandó emisarios.

—El Gobierno dice que los cacerolazos fueron alentados por la televisión y acusan a Crónica TV como principal actor.

—No... Es una barbaridad eso. Llegamos primero, en el 80 por ciento, a los casos policiales: es lo mismo que decir que nosotros alentamos los crímenes, las tomas de rehenes, los asaltos...

—Sin la televisión, ¿la gente hubiese ido menos a la Plaza de Mayo?

—Creo que no. Anoche salí del canal a las diez y media y fui a comer a Riobamba y Arenales. Me metí por Ayacucho, y de Córdoba a Santa Fe tardé media hora porque había un cacerolazo en Callao y Santa Fe. O sea: eso no lo hizo Crónica.

—¿Hay contagio en las protestas? ¿La gente ve que otros protestan o van a la Plaza y los imitan?

—A la gente le encanta ser protagonista, ve una cámara y dice cualquier cosa. Cuando toman un testimonio a la gente, le preguntan: “¿Usted qué me puede informar?”. Y dicen: “No, no vi nada, pero si quiere le cuento”. Es mundial ésa. ¿Qué va a contar si no vio nada? A la gente le encanta salir por televisión.

—Salvando las distancias, ¿hay puntos en común entre estas protestas y aquellas de 2001?

—Descontento va a haber siempre. Había con Perón, con Duhalde, con De la Rúa... No se puede manejar la opinión pública en un ciento por ciento. La prueba está en que en la última elección Cristina ganó con el 40 por ciento; o sea, que el 60 por ciento no la votó.

—En el pasado la gente que no votaba a un gobierno no encontraba la manera de canalizar su protesta públicamente salvo con hechos violentos. Que pueda salir a la calle con cacerolas y ese simple hecho se transforme en un evento político, ¿se debe a la existencia de canales de TV de noticias que hacen rebotar la información obligando a los canales de aire a seguirlos?

—La televisión cambió. Nosotros fuimos el tercer canal de noticias de la Argentina. El segundo fue TN, que tiene una diferencia de cumpleaños de seis meses o siete antes que nosotros. Era un canal totalmente de programas. Me acuerdo que cada media hora hacían un segmento de cinco minutos mostrando cómo eran las provincias. Nosotros entramos con una concepción diferente de la noticia. Empezamos a tener “vivos”.

—¿Usted hizo el primer canal caliente de noticias?

—Sí. Primero, las 24 horas en vivo. Tenemos grabadas únicamente las notas. Segundo, transmitimos desde veinte lugares en directo; debutamos con la Lotería, la nacional y la provincial, cosas que eran muy importantes porque yo en el diario Crónica, cuando era mío, sabía que los picos de venta eran las loterías de Navidad, Año Nuevo, Reyes, 9 de Julio... no sé que fechas importantes de sorteos hay. Entonces digo, como la Lotería se informaba por Télam, ¿por qué hay que esperar cuatro o cinco horas a que una radio dé el informe? Así que la transmití en directo. Me autorizaron a transmitir, pero después alguien se quejó y nos cortaron. Entonces mandábamos un móvil a la puerta y la persona que hacía la pizarra la copiaba y salía a los dos minutos a la puerta. Después dijeron “es una barbaridad”, porque la lotería es pública, la gente puede ir, sentarse ahí y mirar cualquier sorteo. Claro... Y entonces empezamos con las carreras de caballos, también. Mire, nosotros tenemos un estudio en Tribunales. Somos el único canal que transmitimos todos los días desde la AFA. Tenemos ocho móviles nuestros.

—¿Hace 15 años, cuántos móviles tenía TN?

—Ocho móviles tenía toda la televisión argentina.

—¿Entonces Crónica cambia la comunicación en la Argentina haciendo que, instantáneamente, todos puedan ver los hechos que suceden en la calle?

—Cuando salió, Crónica transmitía por microondas, como todos los canales. Era un trabajo de enanos. Había problemas todos los días con los piqueteros, con los jubilados en la casa de Cavallo, ahí en Libertador. Yo mandaba el móvil, teníamos que poner un microonda en Tabac, y de ahí ingresar en estudio... ¡Era un laburo...! Primero, que nos dejaran entrar con la microondas... técnicamente, se mataban. Yo compré el primer telepuerto para transmitir la reunión en Santa Fe, cuando cambiaron la Constitución. Todavía lo tengo, era inmenso. Hoy, con una parabólica, llegás a la Antártida. Nosotros transmitimos desde la Antártida...

—Y esos cambios, modificaron la forma de hacer política en la Argentina.

—Seguro.

—Ahora, cualquier manifestación se nacionaliza.

—Seguro.

—¿Podríamos decir, entonces, que el fenómeno de las cacerolas...

—Incluso, le digo más: hoy en día es posible transmitir desde cualquier lugar del país, el fútbol se transmite en vivo desde Jujuy, Salta, Bahía Blanca. En este momento tenemos cuatro o cinco móviles, a la gente le gusta. Estamos en Córdoba, estamos en Entre Ríos, estamos en el Sur. Antes de ayer transmitimos una hora y media en Santa Teresita con el tema de la comisaría, por el crimen de la chica.

—Sigo con las cacerolas. ¿Qué estén en Santa Fe y Callao, por ejemplo, que hace 15 años podrían ser un hecho aislado, pasan ahora a tener un efecto nacional?

—El cambio lo produce Crónica; la protesta pasa a ser nacional en cualquier circunstancia, lógico. El hecho se producía igual pero no tenía la repercusión... Había que esperar hasta el día siguiente, a verlo en el diario

—Ya no hay que esperar hasta el día siguiente: al aparecer una cacerola en Callao y Santa Fe, inmediatamente se puede producir un efecto en cadena.

—Obvio.

—El hecho de que Crónica haya llegado antes, ¿es un tema sólo de pericia periodística de Crónica, o cree que a los otros canales de noticias le pidieron que minimizaran el hecho?

—No puedo contestar eso porque no me consta. Primero fuimos nosotros solos, pero después fueron todos. Fijate vos que el 13, el martes, tenía un programa muy importante para el rating, Mujeres asesinas, y lo levantaron. Pusieron una edición extra que emitió en dúplex con TN lo que estaba pasando.

—A C5N, con una infraestructura técnica y logística de punta incluyendo un helicóptero y más de 100 cámaras fijas las 24 horas en toda la ciudad, ¿se le puede haber pasado un hecho así durante un tiempo?

—No sé, no opino de los colegas. Cada uno opina algo distinto. El jueves estábamos transmitiendo el discurso de la señora Presidenta, terminó de decir “gracias” y cortamos. Dos minutos y fuimos a Gualeguaychú, donde salió el líder rural diciéndole barbaridades. Los demás canales, sobre todo el 5, se quedaron, con las opiniones de los que estaban en el acto de la Presidenta. Lógicamente, ¿quién de los que fue allí iba a decir: “No me gustó el discurso”?. Nadie. Se quedaron como 15 minutos, continuando con la transmisión de Parque Norte. Mientras tanto, nosotros estábamos en Las Flores, en Córdoba, en Gualeguaychú. Mostramos las manifestaciones de la gente que no eran favorables al Gobierno.

—¿Le parece una casualidad?

—No sé. Le dan prioridad a la versión oficial, ¡qué sé yo!

—¿Genera audiencia ser oficialista?

—Mirá, no sé si son oficialistas. Desde la radio, sí. Evidentemente, el 5 y Radio 10, le dan prioridad a los ministros, a los diputados, piqueteros. Hay algunos que no hacemos radio por televisión, o sea, Crónica, nunca en la vida sacó al aire a alguien por teléfono. Nuestro eslogan es “otros, te lo cuentan por teléfono, nosotros, te lo mostramos” Hacemos milagros. Hay una imagen, la hice grabar yo, de un señor que sale con un televisor al balcón y lo tira a la calle. ¿La vio?

—No.

—Bueno, hace años que la iniciamos. Al final el televisor se hace pelota, y dice: “¿Para qué quiero un televisor si te lo cuentan como una radio?”.

—Y los ministros prefieren hablar por teléfono...

—Claro. TN, también. TN saca a Silvestre y a Bonelli el 50 por ciento del tiempo hablando por teléfono.

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—¿Qué diferencias hay entre TN y C5N en su posición ante el Gobierno?

—TN es mucho más independiente. Tiene una posición tomada de mostrar más los hechos. No es casual que parta la pantalla en cuatro y ponga móviles con cuatro situaciones en el país de corte de ruta. Telenoche llegó a hacer seis. O sea, la programación de TN y el noticiero del 13 son un poco ideólogos contra el Gobierno...

—¿Quiere decir que son imparciales?

—No, no. No digo imparciales, no afines al Gobierno. O sea, todas las voces son en contra.

—¿Y C5N?

—No. Por ejemplo, Carrió está siempre en todos los canales. Yo no la escuché nunca. Cuando ella hace las conferencias de prensa, hace una campaña política o le pasa algo la vamos a cubrir. Nosotros no tenemos programas políticos. El único programa político que hicimos en los últimos años fue el lunes pasado con un informe del Che Guevara e hizo un pico de audiencia impresionante.

—El hecho de que TN no sea afín al Gobierno, ¿explica el mensaje de la foto de Kirchner con dos pantallas de C5N? ¿El destinatario del mensaje es “Clarín”: “Cuidado ustedes”, les estaría diciendo?

—No sé. Yo le digo, así como dicen todos, incluso usted, su diario y sus revistas, que hay un acuerdo con el Gobierno y con Clarín, a quien le dan todas las primicias de los movimientos del Gobierno: Lavagna, jubilaciones... Pero no es tan así con TN y con Canal 13. Yo se los digo a los funcionarios con los cuales, muy poco, hablo por teléfono cuando me llaman por cualquier motivo: “¿Por qué les molesta una nota de Crónica y no una nota de TN o en Canal 13 si hay un convenio con Clarín? Y me dicen: “Bueno, el convenio será con Clarín”.

—Con el diario...

—Con el diario. Pero no con la televisión. Además, fíjese que, de ser así, es torpe quien hizo el convenio. Porque Clarín vende 320 mil ejemplares por día, y yo calculo que la mitad están motivados por los avisos clasificados. O sea quedan 150 mil lectores, lo que no llega a dos puntos de rating y TN tiene más; y Telenoche tiene 20. Son dos millones de espectadores, sólo en Capital y Gran Buenos Aires. Además, TN llega a medio país...

—Según usted, C5N no compite con Crónica sino con TN, ¿correcto?

—Sí, con nosotros no, compite con TN.

—Y Kirchner tiene una afinidad con el diario “Clarín” pero no con TN, ¿correcto?

—¿Y?

—¿No está claro el mensaje?

—Me consta que Kirchner ve Crónica.

—¿Recuerdo mal o cuando Kirchner era candidato comían con frecuencia juntos?

—Nos saludamos, hola qué tal. García cómo le va. Nada más.

—¿Recuerdo mal o cuando nadie conocía a Kirchner fuera de Santa Cruz, Crónica difundía todos sus actos al punto de que no pocos dijeron que Kirchner era un “invento” de Crónica TV?

—Sí, vamos a decir que sí, aunque sería muy presuntuoso. El asunto es que les damos cabida a todos. A Alfonsín, a Duhalde, a De la Rúa, a Kirchner y a Cristina. Había dos candidatos posibles, Menem y Kirchner.

—Eso debe haber generado una relación, por lo menos, de afecto.

—Yo con Kirchner presidente me encontré dos o tres veces y él me llamó por teléfono un par de veces pero todos los mensajes que recibo de Kirchner son de allegados a él que me dicen: “El jefe sabe que… y manda saludos”.

—¿Siente que ese afecto es genuino o se resintió porque usted pone las cacerolas antes que nadie?

—Yo creo que sí. No estoy en contra de nadie, yo cuento la realidad. Cuando él juró en el Congreso y fue a la Casa de Gobierno se escapó de la custodia, se fue al público y se lastimó. Yo publiqué “el Presidente está herido” y durante diez minutos, transmitiendo en vivo, llegaba la ambulancia, ¡un quilombo! Se imagina, el Presidente sangraba... Es una reacción mía, de periodista. Yo solamente sé hacer periodismo, no sé otra cosa.

—¿Eso es más fuerte que todo?

—Sí. De un gato yo hago una nota.

—¿Si usted ve que hay una noticia importante, aunque se pueda enojar el presidente de turno, no puede reprimir su impulso periodístico y la difunde?

—Yo la pongo. La levanto si alguien me llama, me putea, qué sé yo. Ese es un problema aparte.

—¿Las cacerolas son parte del conflicto entre el campo y el Gobierno o entre los que no quieren al Gobierno y el Gobierno?

—Creo que el tema de las cacerolas actual es un tema político que excede el caso del campo. Es una expresión de rebeldía a Kirchner.

—¿Esto indica que se van a repetir?

—No sé.

—¿Pero lo del campo fue una excusa?

—Sí, puede ser, pero no hacen mal a nadie. Es como que un hincha de Boca salga una noche a festejar el triunfo contra Colo Colo. Creo que el tema de las cacerolas había muerto al día, o dos días a lo sumo, por el desgaste físico y mental de quienes participan, si no hubiera ido D’Elía y sus piqueteros a las trompadas. Todos los días, todos los canales estamos en Plaza de Mayo esperando que venga D’Elía, haya un despelote y se caguen a trompadas. Ayer teníamos ocho móviles y no pasaba nada porque D’Elía no fue...

—El gran protagonista es D’Elía.

—Claro.

—D’Elía dijo que los canales “convocaban” el cacerolazo.

–No. Si alguien tiene un tape o una cinta grabado donde surja eso, que me lo traiga. Y si el señor D’Elía involucra a Crónica, que me traiga un tape. La gente inventa.

—Incluso reflexionó si no cabía hacer lo mismo que en Venezuela donde los partidarios del gobierno van a protestar a las puertas de Globovisión.

—Yo nunca escuché eso. Yo leí en el diario de hoy el reportaje que le hizo Peña.

—Dijo exactamente lo que le dije.

—Si dijo eso es una barbaridad. Pero ojo que Argentina no es Venezuela. Argentina, Chile, Uruguay... gracias a Dios todavía algo funciona por acá. Hay algunos jueces que hacen causas contra funcionarios…

—Cuando estaba en Crónica TV y vio la imagen del móvil con D’Elía pegando una trompada frente a cámara, ¿qué comentó al verla?

—Es una barbaridad. Incluso escuché a D’Elía anoche que dijo: “Sí, se me fue la mano, pero me estaban provocando desde hacía una cuadra...”. Este señor, que no sé quién es, le hizo una causa judicial a D’Elía.

—¿Cuál fue su impulso al ver esa imagen?

—Lo hice pasar veinte veces. Incluso ayer, cuando al cronista en Tribunales de Talcahuano dio la información que este ciudadano inició la causa en el juzgado hice pasar toda la secuencia de la trompada de D’Elía.

—Se generó una controversia entre D’Elía y “Clarín” porque el diario dijo que las imágenes de la trompada las había entregado Alberto Fernández a la TV, concretamente a TN. ¿No fue Crónica quien la dio primero?

—Fue Crónica. Recién al día siguiente a la tarde apareció en TN a la tarde.

—¿Confirmado entonces: el único que difundió la trompada en el momento fue Crónica TV?

—Sí.

—¿Cree que el tono de Cristina irritó a determinados barrios y generó el cacerolazo?

—Creo que no.

—¿Cree que la misma situación le hubiese pasado también a su marido como presidente?

—Sí.

—Usted fue el primer periodista argentino en entrevistar a Perón en el exilio. A lo largo de los años sus medios fueron especialistas en peronismo, ¿verdad?

—Mi incursión en el periodismo data de 1954 con Perón como presidente. En el ’55 sale la revista Así, una semana después de la revolución de septiembre. Toda la prensa argentina era antiperonista. De Perón se decía hasta que era homosexual. Entonces yo le compré a UPI, que estaba en la calle Belgrano, un reportaje a Perón en Paraguay: doce fotos y un texto de 30 líneas con las que hicimos 3.000 líneas. Salió en la tapa de Así: “Habla Perón en Paraguay”. Tiramos 60 mil ejemplares y en una hora no quedaban más. Después empecé a poner a Perón siempre. Perón en Santo Domingo, a tal punto que en 1961 fui preso por un decreto famoso que prohibía hablar de Perón. A Perón lo entrevisté en Madrid cuando lo operaron y todas esas fotos históricas que mostraban a Perón con una bata junto a Isabelita las hice dentro de la habitación del sanatorio. Yo escribía y hacía las fotos. Esta historia la cuento en mi libro: llegó Jorge Antonio y dijo: “¿Qué hace acá este señor?” Perón le respondió: “Es un periodista de Crónica”. Y Jorge Antonio volvió a la carga: “¿De Crónica? ¿De ese diario de Perette (N. de la R.: vicepresidente radical)?” Y Perón me miró como diciendo “¿Qué carajo estás haciendo acá?”.

—¿Usted no le dijo que el diario no era de Perette sino suyo?

—Yo, cuando hacía notas, nunca decía que era el dueño del diario. Una vez fui a hacerle una a Armando Manzanero. En 1968 se escuchaba a Manzanero todo el día en la radio, pero nadie lo mostraba. Fuimos a México y le hicimos una nota, tocando el piano… Me acuerdo que estaba componiendo “abrazo mi almohada, la lleno de besos y le digo amor” (García mismo canta la canción). Es el poeta más grande de la música. Vendía como un millón de ejemplares por cada disco que sacaba. Un día el presidente de la discográfica me invitó al Alvear Palace. Yo nunca voy a ningún lado. Además, no puedo ir porque soy impresentable, ando sin saco, sin camisa, sin afeitarme. Fui y me encontré con Manzanero. Me presentan, el señor García es el dueño de bla bla de la Argentina. Y Manzanero me miraba y pensaba: “No, me estás cargando, si es el que me hizo la nota en México”. Y ahí nos hicimos íntimos amigos con Manzanero. Un día estábamos comiendo en un hotel y le digo: “Qué lindo reloj tenés”. Me lo regaló, lo tengo todavía.

—Linda historia, pero déjeme volver al peronismo, dado que usted fue el periodista más experto en Perón, ¿qué cree que él diría hoy de las cacerolas?

—No sé. Este país se destruyó. Antes la gente iba de saco y corbata a la cancha, era otra Argentina, otro mundo.

—¿Hubiese mandado a D’Elía o los hubiese dejado hasta que se cansen, como usted recomendó algunos párrafos atrás?

—No sé, Perón también tenía cada nenes…

—¿Kirchner es un buen alumno de Perón?

— Sí, creo que sí.

— ¿Cómo ve el futuro de Cristina después de esto?

—No sé.

—¿Considera que es un hecho grave lo que pasó esta semana?

— Es un hecho insólito. Tengo 50 años de periodista, y sacando las cacerolas, no me acuerdo de un corte de ruta, que tiren la comida, la leche, la carne… Nunca pensé que, a mis años, iba a estar viviendo esto...

—¿Cómo sigue?

— Soy periodista, no adivino.

—¿Qué otro conflicto recuerda de estos 50 años de periodismo?

—Los Colorados contra los Azules. Yo me había ido a Chile por el fin de semana, con mi hija que era chiquita y me tuve que volver porque veinte policías vinieron a clausurarme el diario.

—Fuera de los militares, ¿recuerda algún hecho donde la gente común, sin conducción dirigencial, sea política o sindical, haya gestado un hecho social relevante?

—El tema de los ahorros, la gente salió, los bancos tuvieron que blindar los frentes, había un quilombo enorme en todo el país.

—¿Cree que se trata de un fenómeno de época, por lo que antes comentábamos que produce la televisión en directo?

—Sí. Mire lo que pasó en Francia hace algunos meses: quemaron 200 coches por noche. En un país civilizado como Francia. Ahora está pasando en el Tíbet. Creo que tiene que ver con todo. Cada vez somos más habitantes en el mundo, cada vez la torta se reparte entre menos gente, y la gente que no recibe la torta se delira.

—¿Duhalde ya fue o tiene futuro político?

—Yo creo que Duhalde consiguió armar, cuando era un importante gobernador y vicepresidente de Menem, un aparato político grande. Ese aparato grande ya no lo tiene más. Ahora lo tiene Kirchner, o sea todos los intendentes del Gran Buenos Aires, que eran duhaldistas y que los puso Duhalde, se fueron con Kirchner. Se quedó solo.

—En una época se decía que Duhalde estaba cerca de “Crónica”, usted ha tenido que salir mil veces a desmentir que Duhalde era dueño de “Crónica”. ¿Cómo es hoy su relación con él? ¿Sigue en contacto?

—Con Duhalde sí hablamos.

—¿Habitualmente?

—No.

—¿Pero más que con Kirchner?

—Sí. A Kirchner lo conozco desde hace 4 años; a Duhalde, hace 20: con él me tuteo.

—¿Qué piensa de los saqueos que se produjeron?

—Yo viví las imágenes en el mercado de la Matanza: eran 20 pendejitos, de quince, de catorce años.

—¿Fue espontáneo o a su juicio pudo haber sido generado por alguien?

—No, yo creo que fue espontáneo. Se juntaron quince pibes y dijeron: “Vamos a robar una pizzería...”.

—¿Ve alguna relación con la sensación de 2001 que produjeron los cacerolazos?

—No

—¿Y no le parece casual que haya pasado justo ahora y no hace un mes o hace dos meses?

—No, eran pibes...

—¿Habrán pensado que la policía estaba ocupada en otra cosa?

—Claro. Yo para ir al canal tomo la autopista Illia. El otro día cortaron el alambre. ¿Vio que hay un alambre que separa la villa de la autopista? Bueno, un grupo de pibes saltaron para afanarle a la gente que estaba atrapada en el embotellamiento. A un micro que venía del interior le robaron hasta las valijas.

—Con toda su experiencia en policiales, ¿cómo evolucionará la inseguridad?

—Creciendo. A la larga no se puede detener, por ejemplo dicen: “el plan vial para que no haya muertos”. ¿Qué plan vial? ¿Qué van a hacer? Además, si hacen el registro por los puntos, se oponen todos, van a la Legislatura, queman todo, cagan a trompadas a la policía.

—No me refiero a la inseguridad vial sino a la criminal.

—Muy mal, si hay villas que la policía no puede entrar.

—¿Su olfato le indica que se va a profundizar?

—Creo que sí.

—Estuve en Brasil el lunes y allí insisten con que el mayor problema es la droga, porque aunque Lula, y antes Fernando Henrique Cardoso, lograron descender los niveles de pobreza y mejoraron la inclusión social sostenidamente durante 16 años, el delito aumenta exponencialmente...

—Evidentemente. Fíjese que un pibe de 12 años que para comprar paco que cuesta uno o dos pesos es capaz de matar.

—¿También la droga es un problema que se profundizará?

—La droga está esparcida por el mundo y no la para nadie.

—¿La violencia política lo asusta?

—A mí, más que D’Elía, me asustan los personajes que andan con la cara tapada, que no son uno sino 20, con palos en la mano y cadenas. Quebracho o otros grupos. Los veo en la tele y me erizan la piel. Ando poco en la calle y en coche, pero pienso: “Si se me cruzan dos, ¿qué hago?” Les dejo el coche y me voy, pero salgo vivo.

—¿Le teme a la crispación de grupos extremos?

—Sí. En un acto de Plaza de Mayo, terminan rompiendo todo. Le doy un ejemplo chiquito: todas las mañanas, ya es un clásico, mandamos una cámara a registrar las inscripciones en el palacio de gobierno municipal. Lo pintan y a la noche ya está pintado otra vez.

—¿Cómo lo ve a Macri?

—Yo con Macri no tengo contacto. Lo vi una vez en mi vida, no creo que sea pro Crónica (N. de la R.: García asocia Crónica a todo lo popular). Por muchos detalles, creo que Crónica no le va ni le viene. Creo que no es amigo.

—¿Ni siquiera la pasión compartida por Boca los acercó?

—Yo no voy a la cancha hace mil años, por comodidad. Además, hoy en día ves el partido en tu casa, los goles te lo pasan con once cámaras...

—¿Usted cree que el líder de la oposición en 2011 será Carrió o Macri?

—No sé. Creo que Macri tiene buenas ideas, pero no sé si las podrá aplicar. Por ejemplo, la Policía. ¿Combatir contra cuatro millones de tipos que viven acá con mil nuevos policías? ¿Tener dos Policías? Si ya en la Federal se matan entre ellos, ¿se imagina entre dos Policías?

—Cambiemos de tema para terminar: ¿Cree en el rating?

—No creo en el rating.

—¿Canal 13 le está ganando a Telefe?

—Está ganando el 13 por décimas. Además, se produjo un fenómeno que nunca lo vi: Canal 9 no tiene nada, tiene el noticiero, Bendita TV, Chiche Gelbung y Los profesionales, nada más, y enlatados, novelas desde las 10 de la mañana hasta las 12 de la noche, y enciertos horarios a veces le gana a Telefe y al 13. Telefe largó una novela el martes y fue un fracaso: tuvo 7 puntos, con Carlos Calvo, Kuliok, un elenco espectacular. Paralelamente, Telefe consigue 12 puntos con una telenovela brasileña y Canal 9, con una lata centroamericana, hace 8.

—En febrero, Ibope ubica a Crónica por encima de C5N pero sólo por apenas trece décimas, ¿Lo tiene a Hadad tan cerca?

—No... A ver si lo entienden todos. Crónica es la red más grande la Argentina, estamos en el 97 por ciento de los cables del país, llegamos a 1.346 operadores... El que nos sigue es TN, con 720. El 5 se ve en Mar del Plata apenas hace diez días y en el número 75 de la grilla. En más de medio país ni lo conocen, yo lo sé porque mando mi gente a los pueblos...

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Entrevista a Marco Enriquez - Ominami

Entrevista a Jose “Pepe” Scioli

Entrevista a Eduardo Sosa

Entrevista a Graciela Ocaña

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Entrevista a Eduardo Duhalde

Entrevista a Daniel Scioli

Entrevista a Gabriel Cavallo

Entrevista a Ricardo Lorenzetti

Entrevista a Federico Pinedo

Entrevista a Oscar Aguad

Entrevista a Claudio Lozano

Entrevista a Mario Blejer

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Entrevista a Miguel Peirano

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Entrevista a Samuel Cabanchik

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ENTREVISTA A FRANCISCO DE NARVAEZ

Entrevista a Alberto Federico Ravell

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Entrevista en la Feria del libro a Marcos Aguinis

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ENTREVISTA A GABRIELA MICHETTI

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Reportajes a Julio Cobos (Resumen)

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Reportaje a Rafael Estrella, embajador de España.

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Reportaje a Roberto Lavagna

Reportaje a Elisa Carrió

Reportaje exclusivo a Felipe Solá

Reportaje a Jorge Telerman

Reportaje a Eduardo Eurnekian

Reportaje a Mauricio Macri

Edición Impresa

Sábado 29 de Marzo
Año III Nº 0246
Buenos Aires, Argentina