Turquía
En el punto donde se unen oriente y occidente se encuentra una de las más
bellas naciones del mundo: la mágica Turquía. Un país donde las culturas han
creado un mosaico de colores, sabores y esencias únicas. Un paraíso
incomparable donde el pasado y el futuro se encuentran para maravillar a quien
se asome a sus encantos.
En Los Caminos De La Historia
Son numerosos los visitantes que cada año acuden a estas tierras en busca de
la mítica Tracia, intentando rastrear las huellas de Troya, buscando la terraza
de la escuela de Platón en Assos, o contemplando la grandiosidad de
Constantinopla, hoy convertida en una de las ciudades más hermosas de Europa:
Ýstanbul. Pérgamo, Edirne, Mileto, Olimpos o Konya son parajes mágicos que
cuentan historias, leyendas y mitos. Ýzmir es la ciudad natal de Homero, en Teos
vivieron
Platón y Apelicón. En Odeón se puede oír a Heráclito, San Pablo comenzó aquí
a difundir el cristianismo. El Monte Coressos sirvió de morada a la Virgen María
mientras San Juan escribía su Evangelio. Dos de las siete maravillas del mundo
se encuentran en Turquía, el Mausoleo de Halicarnaso y el Templo de Artemisa,
ambas situadas en la costa del Mar Egeo. Faselis fue el lugar de encuentro de
una de las grandes historias de amor: Marco Antonio y Cleopatra. La cueva donde
nació San Pedro guarda el recuerdo del padre de la Iglesia
Cristiana. La Cueva de Urfa recuerda que aquí bebía agua uno de los primeros
profetas, Abraham. Mezcla de civilizaciones, de historias, de imperios. Las
ciudades subterráneas, los bailes y las danzas a la hora de las comidas, el
carácter alegre y armonioso del pueblo turco, son sólo algunas de las múltiples
razones para visitar Turquía.
Dicen que Leandro solía atravesar el estrecho de Dardanelos para encontrarse
con su amada. Y no es para menos, Turquía es uno de los países más bellos y el `museo
al aire libre más grande del mundo´.
La riqueza histórica de Turquía es comparable a la explosión de belleza que
la naturaleza del país ofrece y que ha sido elegida por más de cuatro millones
de aves para pasar las estaciones de primavera y otoño durante la época de
migraciones. El cielo se colma de color, trinos y vuelos en un espectáculo que
resulta impresionante.
Turquía ofrece, además, magníficas playas color turquesa, impresionantes
cataratas, frondosos bosques con interesantes especies endémicas, fértiles
valles, cuevas con estalactitas y estalagmitas, así como formaciones rocosas muy
originales que permanecen en el recuerdo y por mucho tiempo en el corazón de
quien las descubre.
Un paisaje encantado que lleno de historia, cargado de futuro y modernidad,
tiene la peculiaridad de cambiar de color dependiendo de la luz solar. Turquía
se vuelve un tamiz de colores, una paleta crómatica que llena y embriaga los
sentidos. Los tonos marrones, ocres y rojos se convierten en azules y grises con
las últimas luces del día. Y cada día una nueva historia, un nuevo lugar, un
momento inolvidable para descubrir y recordar toda la vida, en Turquía.
|