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Los pacientes de hospitales nacionales padecen las consecuencias de la compra de yeso de mala calidad que hace el Estado, por un monto de Q15 millones al año, según la Comisión de Fiscalización de Compras del Congreso.

Héctor Fong, director del Hospital San Juan de Dios, reconoció ayer ante los diputados de la Comisión de Fiscalización de Compras al Sector Salud, que la venda de yeso que se utiliza es de mala calidad, pues no endurece bien y cuando eso ocurre, se quiebra con facilidad. Esta situación ha ocasionado que los pacientes regresen a los pocos días para ser tratados de nuevo.

El Estado compra yeso marca Medpro, proveniente de China, a la empresa Suplidora Hospitalaria, S.A. , desde enero del año pasado, y ese material es el mismo que se utiliza en los 43 hospitales del país, debido a que se adquiere en bloque, por medio del contrato abierto, expusieron diputados.

“Hubo denuncias de que el yeso no era de buena calidad, por lo que se pidió que se cambiara de marca y se dio un plazo —de tres meses— para que los hospitales hicieran compras directas, pero en diciembre del año pasado el Ministerio de Finanzas ordenó que se continuara comprando a través del contrato abierto”, explicó Fong.

También se avisó al Departamento de Regulación de Medicamentos del Ministerio de Salud que se encarga de evaluar la calidad de los productos, pero no se suspendió la compra, porque no había pruebas de laboratorio —que debió hacer el Departamento de Regulación—, recordó el funcionario.

Diputados de la sala referida aseguraron que citarán al ministro de Finanzas, Juan Alberto Fuentes, para que explique por qué se sigue comprando yeso de mala calidad a través del contrato abierto, a pesar de las denuncias recibidas —esta modalidad de compra la usa el Estado para adquirir medicamentos en grandes cantidades a menor costo—.

En lo que va del año, para el Hospital San Juan de Dios se ha adquirido yeso por Q110 mil, pero al año la cifra sube hasta Q700 mil. En total, para toda la red hospitalaria se han adjudicado a la empresa Q15 millones.

Se duplican gastos

Entre los problemas que se registran cuando el yeso se quiebra rápidamente destaca que una fractura simple se puede complicar; el yeso se debe colocar de nuevo, lo cual ocasiona más gasto de anestesia, o la prolongación del tratamiento del paciente, que aumenta el gasto hospitalario.

Ayer por la tarde, Milca López, de 19 años, comprobó la mala calidad del yeso, cuando llegó al Hospital San Juan de Dios para que la atendieran por una fractura en un tobillo. “Yo no sabía lo que estaba pasando; solo vine a perder tiempo y a gastar en transporte. Voy a ir a otro hospital”, comentó.

Los médicos de la Unidad de Traumatología de ese hospital —que prefirieron omitir su nombre— aseguraron que el yeso debería tardar dos minutos en secar, pero le lleva hasta una hora.

El diputado Fernando García, presidente de aquella comisión, manifestó que citarán para la próxima semana al ministro de Finanzas, porque es él quien firma los contratos abiertos.

“Estamos preocupados porque está en riesgo la salud de los guatemaltecos, porque no es solo el precio, sino la calidad”, expresó el legislador Juan Alcázar.

El viceministro Ludwig Ovalle dijo que pedirán a Finanzas que se suspenda el contrato, para investigar, porque probablemente no sea todo el producto el de mala calidad, sino solo un lote.