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El presidente Álvaro Colom solicitó ayer a sus seguidores de Quiché, Totonicapán, Chimaltenango y Villa Nueva que ya no salgan a manifestar, para evitar la confrontación con sus opositores.

“Yo les pido que ya no salgamos a las calles, les pido que regresen a su trabajo, a su comercio, a su tierra, a cultivar, a comerciar”, expresó el gobernante, en cada uno de los lugares que visitó.

Colom explicó que su solicitud se debe a que Guatemala ya no tiene que buscar la confrontación.

Además, agradeció a las personas que se desplazaron el domingo 17 de mayo, desde sus departamentos hacia la capital, para expresarle su apoyo.

“A toda la gente buena que me ha apoyado, que llegó el domingo pasado a la Plaza de la Constitución, quiero decirles maltiox (gracias, en k’iche’); su presencia me ayudó muchísimo”, aseguró.

En la provincia

Los funcionarios de Estado y alcaldes afines al Gobierno variaron esta vez la estrategia para concentrar a la gente.

En lugar de llevarlos hasta la capital, los simpatizantes fueron conducidos a las cabeceras departamentales, y el mandatario, su esposa, Sandra Torres, y su secretario privado, Gustavo Alejos, llegaron a los distintos puntos para recibir las muestras de apoyo.

En Quiché, la reunión se llevó a cabo en el estadio municipal de Santa Cruz.

Varios alcaldes movilizaron a cientos de campesinos en camionetas, microbuses y picops.

En Totonicapán, un considerable número de personas, en su mayoría mujeres, se concentró en el salón de la Escuela Nacional Rural de Occidente.

Mario Chaj, gobernador de ese departamento, aseguró que la movilización de las personas se efectuó con fondos de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

Otro grupo se aglomeró en el estadio municipal de Chimaltenango.

Roberto Kestler, diputado por ese distrito e integrante de la UNE, dijo que las personas llegaron de manera voluntaria.

En la capital

Unas dos mil personas, coordinadas por la agrupación Jóvenes por la Paz, se reunieron en la Plaza de la Constitución, zona 1, para manifestar su apoyo a Colom.

Al grito de “Se queda, se queda, mi presidente se queda”, los simpatizantes de la UNE caminaron desde la avenida Simeón Cañas hasta el Palacio Nacional de la Cultura.