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Guatemala, 25 de mayo de 2009

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Cardenal pide justicia y fin de la impunidad 

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El cardenal Rodolfo Quezada Toruño, en la misa dominical celebrada en la Catedral Metropolitana.

Por Claudia Méndez VIllaseñor

El cardenal Rodolfo Quezada Toruño consideró ayer que una postura “honesta, seria y sensata” para afrontar la crisis de ingobernabilidad que afecta el país tendría que incluir el combate de la pobreza extrema y el fin de la impunidad.

Al concluir la misa dominical, el jerarca de la Iglesia Católica pidió a los fieles que acompañaron la liturgia que escucharan un pronunciamiento sobre los acontecimientos políticos y sociales que han acaecido en el país en las últimas dos semanas, tras revelarse el contenido de un video que grabó el abogado Rodrigo Rosenberg, días antes de que fuera asesinado.

Mucha tensión

“Los guatemaltecos hemos vivido momentos de mucha tensión (...) que todavía no terminan, y se refleja en los medios de comunicación social. Acusaciones, manifestaciones a favor y en contra, manipulación de personas y comentarios de toda índole”, dijo.

“Ante esta triste realidad de confrontación y de polarización, es natural que nos preguntemos cuál debe ser la actitud de una persona honesta, cuál debe ser una postura honesta, seria y sensata”, expresó en las primeras líneas del discurso.

De acuerdo con el Cardenal, ahora el país sobrevive en medio de una grave conflictividad social, originada por “seculares injusticias, la marginación de grandes sectores sociales, actitudes racistas (...) Sobrevivimos en una abismal desigualdad social, cultural y económica”, expresó.

Según el Arzobispo, en Guatemala la mayoría de la población no tiene acceso a salud, educación, vivienda y trabajo.

También aseguró que la violencia y la impunidad han exacerbado el clima de inestabilidad en el país. “Casi todas las familias guatemaltecas han sufrido por esta causa. Somos un país de viudas y de huérfanos, ensangrentado, sumido en la desesperación ante la falta de seguridad”, advirtió.

Propuesta de tres puntos

Quezada consideró que una “postura honesta, seria y sensata” en este sentido tendría que tratar tres puntos fundamentales.

Primero, es una grave irresponsabilidad contribuir con palabras y con hechos a aumentar la ya grave conflictividad social del país.

Agregó: “Todos deberíamos exigir que urgentemente se dicten medidas audaces para que un mayor número de guatemaltecos tenga acceso a bienes humanos —educación, salud, vivienda y trabajo— que toda persona necesita, sea cual fuere su condición social”, señaló.

Segundo, pidió que se investiguen todos los casos de violencia, y no solo los ocurridos últimamente. “Es absolutamente necesario que en todos los casos de violencia, y no solo en los últimos, se conozca la verdad. Esto supone una investigación profunda, independiente, técnica e imparcial”, aseguró.

“Conocida la verdad, es necesario que se castigue ejemplarmente a los responsables de estos crímenes. Es la necesidad de justicia”, puntualizó.

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